Resumen
Esos asentamientos tienen unas cualidades complejas que, por su misma génesis, deben atenderse de forma distinta, ya que no en todos se pueden realizar las tareas de legalización y regulación.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Asentamientos humanos en Bucaramanga
Bucaramanga se convirtió en una de las ciudades donde se han multiplicado los asentamientos humanos debido a múltiples factores sociales. Con las disposiciones del POT y el trabajo de la Secretaría de Planeación, varios de ellos fueron legalizados.
La capital santandereana no es ajena a los problemas poblacionales que han reventado la burbuja de estabilidad social, que se vivían hasta hace uno diez años atrás, y que ahora se multiplicaron y cobraron mayor visibilidad con la proliferación de asentamientos humanos donde los habitantes superviven en condiciones paupérrimas.
Esos asentamientos tienen unas cualidades complejas que, por su misma génesis, deben atenderse de forma distinta, ya que no en todos se pueden realizar las tareas de legalización y regulación, porque las invasiones se levantan en terrenos peligrosos, no aptos para la construcción y no contemplados como zonas urbanizables.
Los barrios de invasión de la capital santandereana empezaron a proliferar en el norte de la ciudad, en la escarpa oriental y en algunas zonas de reserva natural, por lo que fue necesario establecer un extenso y técnico plan para poder brindar soluciones legales a sus habitantes.
Con la legalización estos sectores podrán gozar de todos los servicios públicos, de comunicaciones y conectividad y gozar de inversión por parte del municipio en obras públicas.
Orígenes y proyecciones
El incremento de asentamientos humanos en Bucaramanga se debe a situaciones que no están contempladas en ningún plan de contingencia como los que se establecen de forma provisional, habitados por personas que van de paso hacia otras ciudades o países y cuyo tiempo de permanencia en el sitio donde invaden es impredecible.
También están los conformados por migrantes víctimas de temas climáticos, los que huyen de sus sitios de origen por seguridad, los desplazados, los que llegan en busca de mejores oportunidades, los venezolanos los que perdieron durante la pandemia.
Según lo manifestado por Martha Cecilia Osorio, Secretaria de Planeación municipal de Bucaramanga, para poder legalizar y regularizar la mayoría de estas invasiones, se tuvo que hacer una inversión histórica de más de 10.000 millones de pesos en los estudios de amenaza de vulnerabilidad y riesgo, para sus habitantes.
Ajustes precisos en situaciones concretas
En Bucaramanga el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, que está vigente es el que se aprobó en el año 2014 y, como tiene una vigencia de 12 años, va hasta el año 2027, pero eso no exime que la planificación se realice con los ajustes al crecimiento demográfico y a la migración voluminosa que soporta la ciudad en los últimos nueve años.
Los estudios realizados sobre asentamientos humanos permitieron diagnosticar que hay un aproximado de 140 hectáreas invadidas en ocho comunas, lo que representa un total de 55 asentamientos irregulares divididos en 8.992 predios, en los cuales superviven 13.290 familias.
Ese estudio prolijo le permitió a la Secretaría de Planeación, a través de sus equipos multidisciplinarios destinados para realizar los trabajos casa por casa en cada asentamiento, determinar que son más de 43,000 habitantes, sumadas todas las comunas, a quienes hay que cubrir para que entren en proceso de legalización y regularización.
Aquí es importante destacar que la Alcaldía anterior había adelantado estudios de legalización, los cuales la presente administración llegó a complementar y hacer ajustes precisos en situaciones concretas, enfocados en el crecimiento demográfico de los últimos cinco años.
Avance significativo y tarea por continuar
Una vez realizado el censo de asentamientos, habitantes, necesidades y recabar la documentación para la legalización y la regularización, la Secretaría de Planeación de Bucaramanga, a cargo de Martha Cecilia Osorio, se propuso el de legalizar 25 asentamientos, y hasta la fecha se ha llegado a un total de 23.
Ese es un avance significativo porque, en los 23 asentamientos, se logró beneficiar 4.409 predios, habitados por más de 10.000 familias en sectores del norte de la capital como María Paz, Barrio Nuevo, El Rosal, La Fortuna, Balcones del Kennedy, Divino Niño Uno, San Valentín, Paisajes del Norte, Villa María, Cristal Bajo, Cristal Alto, Conquistadores, Punta Paraíso, Brisas del Paraíso, Venado de Oro, y Guayacanes.
Además, están en plena elaboración de estudios los asentamientos Campestre Norte, lugar que tierna tal cantidad de habitantes que se podría tener cuatro o cinco asentamientos sólo en ese sector y a este se suman Campestre Norte, Llezcano, La Floresta, San José, Toledo Plata, Brisas del Paraíso, Villas de Morrorico y La Malaña, donde se ha logrado gran avance, pero queda la tarea pendiente por concluir para beneficio de sus habitantes y de la ciudad.
