Resumen
El líder del Consejo de Metula en Israel, David Azulái, propone desalojar la Franja de Gaza y convertirla en un museo conmemorativo, similar a Auschwitz, en respuesta a los ataques de Hezbolá. Sugiere desplazar a los palestinos hacia Líbano mediante la Armada israelí.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Un líder municipal israelí ha propuesto una controvertida medida que involucraría el desalojo total de la población de la Franja de Gaza para luego convertirla en un museo, siguiendo el modelo del campo de concentración de Auschwitz. La propuesta surge como respuesta a los recurrentes ataques contra Israel desde el territorio libanés, siendo el municipio de Metula uno de los últimos blancos de un ataque con misiles antitanque atribuido al movimiento libanés Hezbolá.
David Azulái, presidente del Consejo de Metula, sugirió cambios en la estrategia de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para prevenir futuros ataques. Según sus declaraciones a la emisora 103FM, Azulái propone el desplazamiento de los palestinos hacia el Líbano a través de la Armada israelí, estableciendo que hay suficientes campos de refugiados en esa región.
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La idea central de la propuesta implica dejar la Franja de Gaza completamente deshabitada y convertirla en una "franja de seguridad desde el mar hasta la valla". Azulái argumenta que esta medida serviría para que todos recuerden lo que había en el territorio, de manera similar a la función conmemorativa de Auschwitz.
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Azulái justifica su propuesta aludiendo a los ataques ocurridos en la frontera entre Gaza e Israel el 7 de octubre, a los que califica como un "segundo holocausto". Considera que la respuesta de Tel Aviv debe ser ejemplar, estableciendo un museo en Gaza para mostrar al mundo las capacidades de Israel y sugiere que "nadie viva en la Franja de Gaza".
El dirigente municipal relaciona su sugerencia con la amenaza percibida por parte de Hezbolá, sosteniendo que el grupo chiita está atento a la situación en el sur y menosprecia a los israelíes, considerándolos "tontos" hasta que concluyan su "trabajo" en Gaza. A pesar de reconocer la aprehensión de los residentes en su municipio y la posibilidad de desplazamientos, Azulái no aboga por la guerra, aunque tampoco confía en una solución pacífica con Hezbolá.