Lo que nos falta por aprender de Álvaro Gómez Hurtado para no caer de nuevo en un gobierno revolucionario y populista

¿Recuerdan a Álvaro Gómez Hurtado? Para quienes ya no lo tengan muy presente en la memoria, pero sobre todo para las nuevas generaciones, hay que decir que aún hoy 30 años después de su infame asesinato en una calle de la capital del país, es considerado el último estadista de la Nación; dejó un legado político, ideológico y filosófico. Fue candidato presidencial por el conservatismo en 1974 y 1986, y como disidente en 1990, y a pesar de que nunca ganó ninguna elección, se considera actualmente que estaba suficientemente preparado para ejercer la presidencia de su país. Sin embargo, su influencia política era tan grande que llegó a rivalizar con el expresidente Misael Pastrana por el control del conservatismo.

Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE

Uno de sus mayores alcances en la realidad nacional fue haberse sentado con polos completamente opuestos a trazar la hoja de ruta de la que hoy es considerada por muchos constitucionalistas del mundo la Carta Magna más garantista de América. Eso se lee rápido, pero sin duda alguna, no es poca cosa.

Hoy su legado se mantiene más vivo que nunca, eso gracias a un ingente trabajo de pedagogía que ha realizado en los últimos años Enrique Gómez Martínez, sobrino del inmolado estadista colombiano, cuya muerte permanece en la más infame y vergonzosa de las impunidades.

EL FRENTE conversó con Gómez Martínez para conocer más este trabajo de validación política de la memoria de Álvaro Gómez Hurtado, quien realizó un análisis de la actualidad política colombiana, empezando por lo más notorio en el panorama actual, y que tiene su significante en la penosa cifra de 74 precandidatos activos a la Presidencia de la República.

“La política en Colombia se ha caracterizado en los últimos años por tener como protagonistas a personajes con un relativo reconocimiento que gracias a haber ocupado un alto cargo público, bien sea en el Congreso de la República o en el gobierno nacional, se consideran con el talante necesario para hacer una carrera presidencial”, reflexionó Gómez Martínez quien aseguró que ese artificio que se nutre del exfuncionario público que se presenta ahora como candidato no es otra cosa que la evidencia más fehaciente de la falta de verdaderos liderazgos en la política nacional.

Una candidatura fuerte

“No hay duda. Yo considero que esto lo que demuestra es la falta del liderazgo nacional y eso se debe en gran parte a que no se han vuelto a encontrar voces que realmente representen porciones mayoritarias desde lo ideológico, desde la visión de Estado, desde la transparencia, con la capacidad para convocar a las mayorías, y a eso se le suma el enorme poder de las redes sociales, que ha transformado completamente la vida de la sociedad incluyendo la política, lo que ha permitido que cada quien pueda soñar con una candidatura, y esa mezcla entre instrumentalización del escenario público, y de ‘vaneos’ en las redes es lo que ha convertido la política en una gran feria de vanidades”, indicó Gómez Hurtado, excandidato presidencial y hoy actual director del Movimiento de Salvación Nacional, una disidencia política creada por Álvaro Gómez Hurtado para la postulación de su nombre en las elecciones de 1989.

Si bien Gómez Martínez considera que el horizonte político en Colombia es aun confuso, dada la posible atomización del voto ante la presencia de un nutrido número ‘outsiders’, también aseguró que el proceso natural previo a las elecciones es la selección natural de los liderazgos, lo que a la postre significará una gran filtración de propuestas y candidatos.

“Yo estoy seguro que todo esto tendrá que llegar a un punto decantamiento, realmente le confieso que lo que me sorprende de todo esto es que no haya por lo menos la sindéresis de tratar de agruparse. Desde Salvación Nacional vemos esto con mucha preocupación porque significa que hay una dispersión altísima de candidatos, hemos hecho un llamado a muchos de ellos que tienen importantes hojas de vida para que se sometan dentro del partido a un proceso de preselección, a través de encuestas, y a que reconozcan también la necesidad de renovar el Congreso de la República que está tal vez en su peor momento de la historia: les hemos invitado a que se unan en ese proceso y tenemos fe de que atiendan nuestro llamado para ir generando espacios de preselección, de agrupación,, de consenso y poder ir reduciendo el número de opciones, sobre todo pensando en una consulta antipartidista que presumimos se realizaría antes del mes de marzo del 2026 en simultánea con las elecciones parlamentarias”.

El papel de Álvaro Gómez hoy

Es justo en este contexto que surge de nuevo, con mayor fuerza el papel de Álvaro Gómez Hurtado, pues convencido de que su legado está hoy más vigente que nunca, ante la orfandad de verdaderos liderazgos políticos, Gómez Martínez se ha dado a la tarea de retrotraer al presente, y para beneficio del futuro su doctrina política y filosófica.

“En el trigésimo aniversario de su homicidio podemos anunciar con orgullo no solo la edición de bolsillo de la nota biográfica llamada Álvaro, de Juan Esteban Constain, que ya hoy es uno de los libros destacados en ventas a nivel nacional, sino que hemos firmado con una editorial un acuerdo para volver a publicar lo que creo que es la obra cumbre del pensamiento histórico, sociológico y político de Álvaro Gómez Hurtado, como es la Revolución en América, estamos organizando en este contexto un gran evento en el mes de noviembre para rescatar todo este mensaje que agrupa a la cultura hispánica y mestiza que está contenida en este gran tratado de análisis de la historia de nuestro país”, indicó el directivo de Salvación Nacional, quien detalló que el objetivo de este ingente trabajo de republicación de su memoria no tiene otro objetivo que prevenir a Colombia de la profundización de una crisis institucional que hoy tiene ecos en los distintos espacios de la vida nacional, como la inseguridad, la corrupción, el desempleo, la falta de inversión, etc.

“Es que Colombia tiene una increíble propensión a dejarse seducir por la demagogia revolucionaria, creo que en esta crisis política que representa el gobierno de Gustavo Petro, en donde el embeleco revolucionario del supuesto cambio del Pacto Histórico y de la Colombia humana, volvió a seducir al electorado y tristemente hay que decirlo siguen manteniendo un apoyo sorprendentemente alto”, indicó Gómez Martínez.

“Creo que el aporte que podemos hacer en este trigésimo aniversario de la muerte de Álvaro Gómez es abrir también espacios a la reflexión seria, estructural y filosófica de por qué el pueblo colombiano, como desgraciadamente muchos otros en América latina, son propensos al embeleco revolucionario y por qué no hemos sabido valorar nuestra cultura y nuestras tradiciones sino también nuestros logros a nivel institucional”, insistió el excandidato presidencial, quien insistió en que vivimos una de las crisis más agudas de gobernabilidad de los últimos 50 años.

“Lo que estamos viendo en la actualidad es que Colombia es capaz de apostar a los dados al primer demagogo que se le aparezca y siento que dentro de las muchas opciones que hay perfilándose actualmente en la política también existe ese riesgo ese de que volvamos a caer en un nuevo populista, que no tenga las capacidades ni la visión, ni el equipo, ni el concepto de manejar el Estado en lo que va a ser sin duda una de sus mayores crisis, porque si hay algo en lo que Colombia tiene certeza es que Petro entrega el país en agosto del 2026 completamente descuadernado en todos los planos, en lo fiscal, una completa desinstitucionalización, con un orden público desmadrado, con un nivel altísimo corrupción con una destrucción altísima del sistema de salud, ese es tal vez el tema, que en la memoria de algo de Álvaro Gómez podemos encontrar algo positivo para no cometer los mismos errores”, puntualizó Enrique Gómez Hurtado.