Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: Juan Manuel Álvarez Cruz
De antemano, es de felicitar a los miles de colombianos, y un ruso, que se aventuraron a participar como candidatos en las elecciones del pasado 29 de octubre exponiendo su patrimonio y vida personal con el firme objetivo de cumplir el sueño de representar y liderar a millones de habitantes de un país que no confía en el sistema, el índice de abstención fue cercano al 44%; sufre una honda fractura desde lo social, económico, étnico e ideológico, y mantiene a través de los años problemas estructurales que requieren un manejo equilibrado entre la firmeza y la empatía para que la violencia y la pobreza no desborden las capacidades de respuesta de las instituciones en tiempos difíciles. A quienes quedaron como elegidos, mis consideraciones porque les vendrán cuatro años de insomnio, exceso de estrés y servicio a la comunidad, muchas veces poco valorado.
Pasadas las felicitaciones y el jolgorio que deja la victoria de los elegidos, para alcaldes y gobernadores a nivel nacional vienen los procesos de empalme con sus antecesores y conformación de equipos de trabajo que generen confianza en la población, importante en los primeros cien días de mandato. Sin embargo, en el caso de los burgomaestres que conforman el Área Metropolitana de Bucaramanga - AMB, la complejidad de los retos que afrontarán requieren una intervención inmediata, construyendo desde ya, el bosquejo de lo que serán los planes de desarrollo territorial bajo un modelo de planeación metropolitano y toma de decisiones en temas álgidos como la movilidad, seguridad y crisis económica, siendo el trabajo mancomunado la única opción de sacar el barco a flote.
En lo que respecta a Floridablanca, Piedecuesta y Girón, ciudades intermedias con potencial de crecimiento tanto en lo territorial como económico, el llamado es a tener mayor participación en decisiones metropolitanas como la puesta en marcha del nuevo modelo de transporte público que beneficiara la planeación orientada a la movilidad en cada uno de los municipios. Si bien los alcaldes electos deben tener claridad sobre la necesidad de descentralizar las unidades económicas desde Bucaramanga hacia los conurbados con el objetivo de lograr mayores proximidades para el beneficio de sus habitantes, los Planes de Ordenamiento Territorial - POT que serán adoptados en los próximos cuatro años se construirán tomando como ejes las vías y el transporte público masivo. Asimismo, la reestructuración del AMB en su modelo de gobernanza y arquitectura institucional requiere de la contribución e interés de los alcaldes de dichas ciudades con el objetivo de sacar adelante un Plan Estratégico de Ordenamiento Territorial Metropolitano – PEMOT que organice el territorio y permita el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de la materialización de los hechos metropolitanos.
Sin embargo, el mayor reto en la región la tiene el próximo alcalde de Bucaramanga, quien desde este momento deberá asumir como mandatario, en función de decisiones cruciales que se tomarán en lo que resta del año 2023. Una de ellas será la situación presentada con Metrolínea S.A. cuyas deudas ascienden a más de 300.000 millones de pesos según lo consignado en medios de comunicación y que por su carácter público deberán ser asumidas por los socios que dejarán una profunda grieta en las arcas municipales. En reiteradas oportunidades he mencionado el desconocimiento que las autoridades han tenido sobre los elementos esenciales que constituyen un sistema BRT – Bus Rapid Transit (publicación del 19 de marzo de 2023), la necesidades de carriles exclusivos que conecten la ciudad con el sector del norte, así como, la importancia de planificar el AMB con base en la movilidad, siendo el modelo de ciudad metropolitana el gran problema que afecta el desplazamiento de los más de un millón de habitantes, como elementos importantes por tener en cuenta en lo que será la nueva Ciudad Bonita, aunado a la “gestión de lo cotidiano” en temas como cultura ciudadana, bicicletas, parqueaderos, semaforización, entre otras medidas por tomar.
Si bien la movilidad y conectividad de la ciudad es el problema estructural a solucionar, la gobernabilidad del alcalde se medirá en enero próximo con el incremento del impuesto predial y la capacidad de respuesta que tendrán tanto el municipio como el gestor catastral en atención a la actualización catastral venida del 2019 que se implementara en el 2024. El alza en el costo de vida, la dificultad de tomar créditos por las altas tasas de interés, entre otros factores que han mermado la capacidad de pago de los contribuyentes, deben ser tenidas en cuenta al momento de establecer una estrategia en conjunto con la actual administración, actores del sector privado y Gobierno Nacional que evite afectar las arcas de las familias bumanguesas para el próximo año. De igual forma, el presupuesto municipal deberá tener en cuenta el rubro a devolver de los contribuyentes que pagaron con el mayor valor en el 2019 y no fue retribuido a pesar de la suspensión de la actualización catastral.
Por último, como temas gruesos donde Jaime Andrés Beltrán tendrá que intervenir desde la próxima semana en razón que incidirán directamente en su gestión durante los próximos cuatro años será la revisión excepcional del POT presentado ante el Concejo Municipal el pasado primero de octubre, teniendo en cuenta que, durante su dirección se cumplirán los doce años que exige la norma para la revisión ordinaría, con la inclusión de los nuevos elementos que trae el artículo 32 de la Ley 2294 de 2023. Los antes mencionados no son los únicos retos que deberá afrontar la administración entrante, sin embargo, son los temas donde el actual Concejo y el gobierno de Juan Carlos Cárdenas tomarán decisiones álgidas que podrán definir y cambiar los planes del alcalde venidero, razón por la cual, de manera excepcional requieren de especial atención del Jaime Beltrán, fungiendo como burgomaestre de manera anticipada.
