Luis Tejada: El legado inolvidable en el Fútbol Profesional Colombiano

El fútbol colombiano llora la pérdida de una leyenda: Luis Tejada, el delantero panameño de 41 años, falleció repentinamente debido a un paro cardíaco mientras participaba en un partido de la liga de fútbol de veteranos panameña. Su partida dejó un vacío en la esfera del deporte tanto en Panamá como en Colombia, donde dejó una huella imborrable.

Tejada, apodado el 'matador', tuvo un impacto significativo en el fútbol colombiano a lo largo de su carrera. Aunque brilló con mayor intensidad en el balompié peruano, su paso por más de cuatro equipos en Colombia no pasó desapercibido. Su trayectoria en el Fútbol Profesional Colombiano comenzó en 2004 con el Deportes Tolima, pero fue en Envigado donde comenzó a destacar, anotando 8 goles en 22 partidos durante la temporada 2005.

El amor por el fútbol nacional llevó a Tejada a breves pasos por los Emiratos Árabes Unidos y a regresar a Colombia, firmando con Once Caldas. Sin embargo, fue con el América de Cali donde alcanzó su máximo rendimiento durante las temporadas 2007/2008. Con 15 goles en 30 partidos, fue clave en la conquista de un título liguero para el equipo escarlata.

A pesar de perder la final ante Boyacá Chicó en el torneo apertura de 2008, Tejada dejó una marca indeleble, siendo el segundo máximo goleador del campeonato con 12 anotaciones. Este éxito sentó las bases para el título posterior del América en el torneo finalización de 2008. No obstante, Tejada optó por probar suerte en Millonarios antes de saborear el triunfo con los Diablos Rojos.

Su paso por Millonarios fue breve, pero dejó su huella antes de partir al fútbol peruano, donde se consolidó como un atacante fundamental para el Juan Aurich. Además de sus logros a nivel de clubes, Tejada también se destacó como el máximo goleador histórico de la selección de Panamá con 43 anotaciones. Su última aparición con los canaleros fue en el Mundial de Rusia 2018.

Luis Tejada, con su carisma y sus goles, se despide dejando un legado imborrable en el corazón del fútbol colombiano y panameño. Su impacto trasciende más allá de los terrenos de juego, recordándolo como un verdadero ícono del deporte.