Maquinaria llega a Landázuri para frenar emergencias por lluvias

El rugido constante de las lluvias y el aumento del caudal del río Magdalena encendieron las alarmas en Landázuri, donde cientos de familias viven con el temor de perderlo todo. Ante esta situación, la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres de Santander desplegó maquinaria especializada para construir jarillones en los sectores más vulnerables, con el fin de salvaguardar vidas y proteger sus pertenencias.

La estrategia busca evitar emergencias ante el incremento del caudal de ríos y quebradas, que en los últimos días han presentado comportamientos preocupantes por las intensas precipitaciones. Las obras de mitigación se concentran en la construcción de jarillones —barreras de contención en tierra— que refuercen las riberas y prevengan desbordamientos que puedan afectar viviendas, cultivos y vías de acceso.

“Desde la Oficina de Gestión del Riesgo de Santander hemos trasladado maquinaria especializada hasta Landázuri, con el objetivo de construir jarillones y salvaguardar la vida de al menos 500 familias que habitan en sectores vulnerables a inundaciones”, señaló la entidad en un comunicado oficial.

Las labores se adelantan en coordinación con la administración municipal y las comunidades locales, que han contribuido en la identificación de puntos críticos y en tareas de adecuación del terreno. La articulación entre las instituciones ha sido clave para activar los protocolos de emergencia y atender de manera oportuna los sectores que enfrentan mayor exposición a desastres naturales.

El aumento del caudal del río Magdalena, acompañado de filtraciones y saturación de suelos, mantiene en alerta a varios municipios del norte del departamento. Ante este panorama, la Gobernación de Santander ha intensificado el monitoreo de las zonas ribereñas y ha priorizado acciones preventivas para reducir los impactos de la ola invernal.

Las autoridades recordaron que los jarillones son una solución transitoria pero crucial para contener las aguas en temporadas críticas, por lo que insistieron en la importancia de la vigilancia comunitaria y el reporte temprano de emergencias. La intervención en Landázuri se suma a los esfuerzos realizados en otras regiones del sur de Santander, donde los efectos del invierno ya han provocado deslizamientos, cierres viales y pérdidas económicas en sectores productivos.