Mariana Pajón, embarazada y decidida: “Mi sueño es llegar a los Olímpicos de Los Ángeles como mamá”

Mariana Pajón, ícono del deporte colombiano y dos veces medallista olímpica, atraviesa una de las etapas más significativas y emotivas de su vida: está embarazada. La noticia, que fue recibida con entusiasmo por sus seguidores, también destapó una historia íntima de resiliencia, pérdida y determinación.

El anuncio llegó a través de un video publicado en redes sociales en el que se le ve acercándose en bicicleta a su esposo, el también ciclista Vincent Pelluard. Al final, una pequeña bicicleta con el número 220 —la suma de los dorsales que ambos usan en competencia— simboliza la nueva vida que esperan. Sin embargo, detrás del tierno gesto se esconde un camino doloroso que Mariana apenas ahora se ha atrevido a compartir.

Durante una entrevista concedida al programa La red, la ciclista reveló que este embarazo es aún más especial porque se trata de un “bebé arcoíris”, término que se usa para describir a los hijos que nacen después de la pérdida de un embarazo anterior. Pajón confesó que sufrió un aborto espontáneo poco después de su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024, una experiencia profundamente dolorosa que mantuvo en silencio.

“Ese es un tema del que no se habla casi y es la angustia de que todo esté bien. Cualquier cosita prende las alarmas”, compartió conmovida. A pesar del sufrimiento, ese mismo día tuvo que cumplir con una charla motivacional programada, enfrentando en privado el duelo mientras públicamente mantenía su rol de inspiración. “Nadie sabía, porque queríamos que fuera una sorpresa, entonces nos guardamos esa pérdida”, añadió.

A sus cinco meses de embarazo, Mariana sigue activa, entrenando y fortaleciendo su cuerpo, no solo para mantenerse saludable, sino porque tiene un objetivo claro: competir en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 como madre. “No me veo retirándome por esto y no debería pasarle a ningún atleta, es simplemente una motivación”, aseguró.

Lejos de percibir la maternidad como una pausa en su carrera, Mariana la ve como una razón más para seguir adelante. Continúa entrenando con doble jornada, haciendo gimnasio y salidas en ruta, aunque con mayor precaución. “Cuando me di cuenta, por precaución lo dejé de hacer, aunque seguía montando en ruta y en la calle. Lo que tengo seguro es que tengo que llegar a Los Ángeles”, afirmó con convicción.

Su testimonio, además de evidenciar la fuerza mental y física que la ha llevado a la cima del deporte mundial, también visibiliza una realidad silenciada: la de las mujeres que enfrentan la pérdida gestacional sin apoyo ni espacios para compartir su dolor. Pajón se une así a una creciente lista de figuras públicas que han decidido hablar abiertamente sobre estas experiencias, ayudando a romper tabúes y acompañar desde la palabra a quienes atraviesan situaciones similares.

En medio de la ternura que genera su dulce espera, la campeona olímpica sigue brillando no solo por su destreza en las pistas, sino por su humanidad, coraje y vulnerabilidad. Con esta nueva etapa, Mariana Pajón demuestra que la maternidad y el alto rendimiento no son mundos opuestos, y que el amor —por un hijo, por el deporte, por la vida— puede ser la fuerza más poderosa para seguir soñando.