Natalia París y su hija abren el debate sobre el poliamor: “No tenemos prejuicios, pero la pareja es de dos”

La modelo, empresaria y DJ paisa Natalia París, junto a su hija Mariana Correa —quien sigue sus pasos en la música bajo el nombre artístico de Nana París—, compartieron sus puntos de vista sobre las relaciones abiertas y el poliamor en una conversación íntima y reveladora. El diálogo tuvo lugar en el pódcast Sin Filtros, de Caracol Digital, donde además presentaron la canción que grabaron juntas, titulada Monogamia.

Durante la entrevista, ambas mujeres evidenciaron la mentalidad abierta que las une, pero también dejaron clara su postura frente a un tema que genera cada vez más debate en las nuevas generaciones. “Soy una mujer de mente súper abierta para muchas cosas, y no tengo prejuicios de nada. Pero la parejita sí que sea de uno y de nadie más. Compartir eso se presta para un montón de cosas”, expresó Natalia, reafirmando su preferencia por las relaciones monógamas a pesar de su fama por llevar una vida liberal.

Por su parte, Mariana Correa se mostró alineada con la opinión de su madre, aunque con un matiz que resalta la libertad individual: “Yo respeto a la gente que lo hace, y súper chévere y bien por ellos. Debe ser rico y todo… pero no. Yo, con mi novio, no. Puede terminar muy mal”.

El tema surgió naturalmente por el nombre de su colaboración musical, Monogamia, y despertó la curiosidad del público sobre si ambas estarían abiertas a mantener relaciones con más de una persona al mismo tiempo. Aunque París ha sido una figura mediática caracterizada por sus posturas vanguardistas, en esta ocasión enfatizó: “No me gustan esas cosas”.

La sinceridad de ambas artistas contrastó con los estereotipos que suelen recaer sobre figuras públicas. Lo que dejaron claro es que su apertura mental no necesariamente implica vivir o aceptar todas las formas posibles de relación afectiva. El respeto por la diversidad es uno de sus pilares, pero también lo es la honestidad con sus propios deseos y límites.

Monogamia, su más reciente lanzamiento musical, se ha convertido no solo en una propuesta artística, sino en una excusa para abrir conversaciones necesarias sobre el amor, la fidelidad, los acuerdos afectivos y el respeto por las diferencias. Con esta canción, y con sus posturas, madre e hija confirman que la modernidad no implica renunciar a los principios propios, sino encontrar la forma de ser fieles a sí mismas en medio de un mundo en constante cambio.