Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
En un trágico suceso ocurrido el pasado 13 de noviembre en el sector de Pozo Nutria, zona rural de San Vicente de Chucurí, Santander, se revela que el homicidio de Ernesto Nova Fonseca, de 30 años, guarda de seguridad y originario de Barrancabermeja, habría sido ordenado por su compañera sentimental.
Y es que, tal como lo informó EL FRENTE en su momento, la comunidad logró detener a los dos presuntos sicarios, de 24 y 28 años, que se movilizaban en una motocicleta después del crimen y los entregó a la Policía junto con el arma con la que habrían cometido este delito.
Según la Policía de Santander, la mujer de 31 años, compañera de Nova Fonseca, habría orquestado el asesinato debido a presuntos maltratos y violencia intrafamiliar por parte de la víctima. Las primeras investigaciones indican que la joven de aproximadamente 25 años, cansada de los supuestos abusos, habría pagado a los sicarios para cometer el crimen.
Cabe resaltar que el acto heroico de una patrullera fue fundamental para la detención de uno de los delincuentes. La valiente oficial se lanzó hacia uno de los sicarios, logrando reducirlo y facilitando su captura. El motivo detrás de este crimen pone de manifiesto la complejidad de las relaciones marcadas por la violencia intrafamiliar y sus consecuencias trágicas.
La rápida recolección de información y pruebas físicas por parte de los investigadores permitió establecer la presunta responsabilidad de la mujer en el homicidio.
Por tanto, la joven fue capturada y presentada ante un juez de control de garantías, quien la envió a la cárcel mientras se lleva a cabo el proceso judicial en su contra y se evalúa la veracidad de las pruebas aportadas por los investigadores del caso.
