Por quien NO votar

Por: Juan Manuel Álvarez Cruz

“He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro”, decía el escritor portugués José Saramago y bajo esa premisa, no es de mi resorte convencer a los lectores y amigos de votar por uno u otro candidato para las elecciones que el día 29 de octubre culminaran, sin conocer las preferencias ideológicas e intereses personales de cada uno de los ciudadanos que ejercerán su derecho fundamental al voto en la fiesta de la democracia que se vivirá en cada uno de los municipios y departamentos del país; sin embargo, en aras de ser consistente con las columnas que he escrito en este medio de comunicación donde he hablando de la importancia de los programas de gobierno, la coherencia en las ideas planteadas en los debates y la necesidad de fortalecer el sufragio de opinión, es mi deber expresar lo que no se debe hacer cuando cada uno de nosotros estemos frente al tarjetón.

No son momentos fáciles los que está viviendo el país, el confinamiento por la pandemia generó cambios políticos, económicos y sociales que han dejado una profunda cicatriz en la sociedad. El alto costo de vida, la inseguridad y el rompimiento del tejido social no es un fenómeno exclusivo de Colombia, es necesario echar un vistazo en la región para comprender la inestabilidad y la frustración en los políticos que ha dejado a la democracia en crisis, sin embargo, hasta el día de hoy es el mejor modelo y hay que protegerlo ante las embestidas de proyectos caudillistas que han caracterizado a América Latina durante los últimos años sin buenos resultados, para un ejemplo el botón es Argentina donde se baten entre dos proyectos extremos, populismo tanto de extrema izquierda como de extrema derecha, lo cual va a dejar una fractura en la sociedad difícil de conciliar, situación que tenemos que evitar para nuestro territorio.

Esa frustración en el sistema y la pobreza que aumentó en los últimos años ha pasado factura con altos niveles de desaprobación a los actuales mandatarios que les tocó bailar con la más fea y son caldo de cultivo para practicas indeseables como la compra de votos o constreñimiento al elector que, a pesar de ser tipificado por el código penal será una práctica que lastimosamente veremos en las elecciones que se avecinan, razón por la cual, como primera recomendación, no votar por los candidatos que ofrecen dinero para ser elegidos, esos $100 mil o $ 200 mil con un peso devaluado ya ni alcanza para el mercado, promoviendo la corrupción y la ineptitud de figuras públicas que llegan al poder sin tener conocimiento de su labor y del objetivo principal que debe ser servir a la comunidad. Para hacer plata el sector privado es el lugar preciso, no la administración de lo público.

Tampoco crean en falsas promesas con propuestas irrealizables, ya sea por falta de recursos o ausencia de competencia para su materialización. Es de recordar que dentro de las funciones del Concejo Municipal y de la Asamblea Departamental no se encuentran la construcción de obras como parques, acueductos o alcantarillados, menos la contratación de personal en las alcaldías y gobernaciones respectivamente. Tanto concejales como diputados deben ejercer la representación de las comunidades en asuntos como la aprobación del Plan de Ordenamiento Territorial, la aprobación del Plan de Desarrollo, el presupuesto del ente territorial y el control político, a favor o en contra, según la gestión del mandatario. Respecto a los alcaldes y gobernadores, velar por el bienestar de todos es su principal función con una buena administración de los recursos públicos, priorización de obras, planeación y políticas públicas ceñidas a un presupuesto que este momento no es boyante teniendo en cuenta las necesidades que se viven en las regiones.

Para el caso de Santander y sus municipios, los problemas han sido sobre diagnosticados y los conocemos de memoria, sin embargo, no todas las soluciones darán el cambio que a gritos se reclaman. La calidad del transporte público no se va a arreglar con subsidios, primero se requiere atacar las causas del pésimo estado de la movilidad metropolitana; el Páramo de Santurbán no se va a proteger sin políticas públicas transversales articuladas con Gobierno Nacional y los municipios de Soto Norte; la informalidad se combate incentivando al sector privado en la creación de empleos de calidad generando seguridad jurídica y un buen ecosistema de negocios para los empresarios; los erarios de los municipios de la región no tienen la capacidad para las obras faraónicas que se están prometiendo por parte de varios candidatos; los impuestos se requieren para el fortalecimiento de la descentralización municipal, por ende, prometer descuentos exorbitantes no es posible, por citar algunos ejemplos.

Para los griegos la construcción de una democracia real y no solo formal, necesita de buenos ciudadanos, virtuosos, que participen en lo público y la mejor forma es votando a conciencia, conociendo las propuestas y hojas de vida de los candidatos que nos van a representar. Los problemas de la región se solucionan con la participación de todos, de forma racional, evitando apasionamientos que son aprovechados por la politiquería y terminan generando el retroceso de una región que requiere líderes comprometidos con la comunidad. No sé por quién cada Ustedes van a votar, respeto su libre elección, sin embargo, si les dejo claro el perfil de los candidatos que no deben ser elegidos para los próximos cuatro años.