Resumen
Las recientes lluvias en el embalse de Chuza, principal fuente de agua para Bogotá, ofrecen esperanza en medio de la crisis hídrica. No obstante, los expertos advierten que se requiere más tiempo y precipitación constante para recuperar los niveles óptimos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Precipitaciones en Chuza despiertan esperanza ante crisis hídrica en Bogotá
Bogotá, la capital de Colombia, y sus municipios vecinos podrían ver un atisbo de alivio en los persistentes cortes de agua que han estado enfrentando, gracias a las recientes lluvias sobre el embalse de Chuza, esencial para el abastecimiento de agua en la región. Ante meses de severo déficit pluvial asociado al Fenómeno de El Niño, la llovizna reciente ha inyectado un tenue optimismo entre la población.
A través de LinkedIn, el exrector de la Universidad de la Sabana, Obdulio Velásquez Posada, difundió una grabación evidenciando la lluvia sobre el área de Chingaza, a las 5:30 p.m. del 17 de abril, lo que ha sido recibo como una señal positiva.
A pesar de este evento climático, los expertos advierten que la situación no se resolverá de manera inmediata. Para que los embalses de San Rafael y Chuza recuperen sus niveles óptimos, se requerirán más de 15 días de racionamiento continuo, y se estima que ni un periodo de lluvias constante llevaría la capacidad por encima del 70%.
Información proporcionada por la Universidad Nacional revela que el embalse de Chuza logró llenarse completamente por última vez en agosto de 2021. Desde ese pico, ha habido una disminución progresiva en sus reservas máximas, con cifras que cayeron a 77% en agosto de 2022 y más alarmante aún, a un 61% para agosto de 2023. Más preocupante resulta el reporte de que para el 10 de abril de 2024, las reservas hídricas de Chuza se sitúan en un crítico 15.91%, alarmantes niveles que reflejan el impacto negativo del cambio climático y la gestión de recursos.