Recursos educativos y gratitud florecen en el Páramo del Almorzadero

En medio del frío amanecer del Páramo del Almorzadero, la emoción viajó en un camión cargado de sueños. Luz Marina Duarte García y José Luis Gutiérrez emprendieron un viaje desde Bucaramanga hasta la Escuela Rural San Francisco, ubicada en la vereda Carabobo del municipio de Concepción, para entregar mobiliario y materiales educativos a 25 niños.

El programa “Donaciones con Responsabilidad Social” fue el motor de esta iniciativa, diseñada para fortalecer la educación en comunidades rurales. Tras recorrer la carretera Curos-Málaga y superar horas de camino por paisajes de frailejones y vientos helados, el equipo llegó a la pequeña escuela, donde los esperaba un caluroso recibimiento. Un cartel con un mensaje escrito a mano resumía la gratitud de la comunidad: “Gracias por apoyar la educación rural”.

La profesora Flor Emilce Jerez y los estudiantes no ocultaron su alegría. Cada pupitre, escritorio, tablero y computador entregado representaba un paso hacia un mejor futuro. En el aula, los niños se acomodaron en sus nuevos escritorios, maravillados por los recursos recibidos, mientras expresaban su agradecimiento con canciones, carteles y cartas.

“Estoy muy contenta con este aporte. Son muy pocas las entidades que colaboran con la educación rural. Estoy muy feliz”, expresó emocionada la docente. Adriana Ortiz, madre de familia, añadió: “Se nos hace pequeño el corazón al ver a nuestros hijos tan felices”.

Además del mobiliario, cada niño recibió un kit escolar y un impermeable, esenciales para quienes deben caminar largas distancias para llegar a clases, enfrentando lluvias y bajas temperaturas. El impacto de esta visita trascendió la Escuela San Francisco, ya que también se benefició al colegio Nuestra Señora de la Concepción con nuevos implementos educativos.