Santander está entre las regiones que tienen comunidades que son tierra de nadie. Piden al IGAC eficiencia

En el sur de Santander hay caseríos que están tan perdidos en el mapa que ni siquiera saben a qué municipio pertenecen. La situación se hace más grave si se tiene en cuenta que en algunas ocasiones no solo están ubicados en difusas líneas limítrofes intermunicipales, pues que al quedar ubicados en zonas colindantes con otros departamentos, las alcaldías y las gobernaciones se pelean pero no por reclamarlos sino por desconocerlos o mas bien por reconocerlos como perímetros rurales de entes territoriales distintos al propio.

Por Camilo Ernesto Silvera Rueda

Redacción Política / EL FRENTE

Dentro de los conflictos limítrofes que presenta Boyacá, está el diferendo territorial con Santander; el cual se trata de un conflicto que inicialmente, según el IGAC, por solicitud del departamento de Santander se pedía claridad en el límite a raíz de unas inversiones.

La zona en Cuestión involucra a los sitios conocidos como Mojicones y Solón Wilches, además Concepción-Chiscas-Cubará. En el 2003 se abrió un proceso de deslinde fundamentado en la ley 62 de 1939, la cual tuvo vigencia hasta el año 2011. En dicho proceso se hizo trabajo de campo parcial, sin embargo no se llegó a ninguna conclusión concreta y tampoco alcanzó a ir hasta el congreso de la República.

Esta circunstancia es verdaderamente grave debido a que históricamente, por estar ubicados en esas líneas grises, han permanecido sin inversión de servicios públicos, vías terciarias, y ni qué decir de la atención en salud o por ejemplo la designación del Plan de Alimentación Escolar.

Debido a esta situación de acefalía administrativa, el Congreso de la República efectuó un llamado al Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) pues la falta de efectividad en los procesos de delimitación y fijación de deslindes departamentales es evidente por parte del ente geográfico.

El llamado lo efectuaron los miembros de la Comisión de Ordenamiento Territorial de la Cámara de Representantes, debido a que esta situación genera grandes problemáticas a la hora de invertir en los territorios no delimitados.

“La falta de vías, salud y educación son algunas de las problemáticas que presentan los municipios que aún permanecen sin saber a qué departamento pertenecen, pues las gobernaciones se ven impedidas de ejecutar planes de desarrollo para estos sectores”, reclamó el representante Jairo Cristo, de Cambio Radical, quien reiteró su preocupación por los diferendos limítrofes que adelanta esa entidad y por la participación de particulares en los procesos relacionados con la gestión catastral, procesos que en muchas ocasiones llevan décadas sin que haya claridad en la materia.

“Políticas como el catastro multipropósito terminan causando una afectación mayor a los propietarios debido a los altos costos de los impuestos. En nuestro departamento de Norte de Santander no solo tenemos problemas con el catastro multipropósito, sino con nuestros municipios que son frontera con otros departamentos ya que disputan la tierra en la que viven”, dijo.

Para responder a esta inquietud, el director del IGAC, Gustavo Adolfo Marulanda, aseguró que el instituto viene trabajando para resolver los problemas limítrofes que aún se encuentran abiertos en el país. Asimismo, manifestó la importancia de realizar una actualización catastral en todo el país y enfatizó el compromiso de su entidad para acompañar a los municipios y departamentos en esta tarea.

“Hemos culminado 7 procesos de deslindes entre Norte de Santander y Cesar, Bogotá y La Calera, Meta y Caquetá, Boyacá y Norte de Santander, Boyacá y Santander, Norte de Santander y Santander, Cesar y La Guajira, mientras que en proceso vigente se encuentran Norte de Santander – Cesar, Boyacá – Cundinamarca, Cundinamarca – Meta, Atlántico – Bolívar, Antioquia – Chocó, Antioquia – Córdoba y Boyacá – Santander”, explicó.