Señor Empresario

Hagamos una adición a la respetable semana santa. Es bien conocido por la comunidad mundial del cristianismo, el famoso de la traición, Judas Iscariote, quien además de ser uno de los doce apóstoles, era el tesorero de la campaña evangelizadora de Jesús. Al igual que cualquier empresa comercial o sin ánimo de lucro, todo ente requiere del factor monetario, y desde luego había muchos donantes, entre ellos María Magdalena, novia o esposa de Jesús, que según la historia del Código Da Vinci, hubo varios hijos que son mantenidos en la clandestinidad, por efectos de los principios religiosos.

Pues bien, se dice que Judas era el habilidoso del “billete verde”, quien tenía ese don para atraerlo. Esa misma pasión fue la que lo indujo a conseguir 30 monedas para vender a su maestro. Además, era un zelote que propendía por la emancipación de Judea del impero romano y vio en el hijo de María como el líder de la causa; cuando observó que la cosa era diferente, pues se acomodó en sus “reales”. En la política colombiana son muchos los judas, que son los tesoreros de campaña o que sin serlo, piden sus valores para su beneficio, vendiéndole el alma al diablo, como en las campañas presidenciales de Samper, y las de Petro, con su hermano y su hijo a la cabeza, el cual contrario a Pedro que negó a su jefe Jesús, fue su jefe Gustavo que negó a su hijo, para que fuera el solo el de la apropiación del “billullo” y su imagen quedara limpia, la cual ha sido figura de oropel.

Al desaparecer Judas en su propia horca, es nombrado por los once apóstoles, Mattathias, en griego o Matías en español, para llenar esa vacante. La fiesta de san Matías es el 14 de mayo, según lo dispuso la iglesia en 1969. Este santo tiene un perfil de estadista, que va más allá del solo dinero, y vislumbra el ecosistema, la parte económica y social del ente territorial, por encima del zelotísmo, en lo cual también “comulgaba”.

En la república de Colombia, también llegó a la presidencia, un Judas, en el año 2022, que todavía no se ha ahorcado, traicionando a sus habitantes, con sus empleados analfabetas del conocimiento estatal y picaros para billete cual lo era Judas con loca pasión. Entonces vamos a copiarle a la iglesia y pasemos la fiesta de San Matías para el próximo 31 de mayo del 2026, domingo en el cual se votará para el próximo presidente de la nación, que reemplace al Judas actual y reivindique a toda la sociedad, que clama inteligencia, capacidad, honestidad, ética y amor a la nación como un ente terrenal lleno de gloria celestial.

Profesionales en Colombia hay muchísimos, con buen perfil técnico y ético, que no se encasillan en la podrida filosofía de izquierda, que solo lleva a la ruina, la fiel andanza del ser humano con sus ideales de su propiedad y desarrollo de familia para llegar a la cúspide de la gran excelencia que es mandato divino, conservando la sencillez y el amor a sus semejantes.

Pensemos en una sola batalla electoral, el 31 de mayo del 2026, porque en una segunda ronda a celebrarse el 21 de junio del 2026, podrían llegar muchos vendidos con el apetito de las 30 monedas de plata a unirse a la mezquina izquierda, sin el menor asomo del arrepentimiento y su merecida horca. *Contador público. Asesor empresarial.