Señor Empresario

Por: José Caicedo Solano

Hozier, famoso cantante irlandés, cuyo verdadero nombre es John Hozier – Byrne, nació en Newcastle, Irlanda, un 17 de marzo de 1990; ha asombrado al planeta tierra con su voz de barítono, pero con la fuerza de su canción que dio a su público, alma vida y corazón: Take me to church, que traduce: llévame a la iglesia. La traducción no solo significa que me encamine hacia el edificio llamado templo, por cierto, sobre todo los de la iglesia católica muy bonitos en su arquitectura, que recuerda lo gótico de la gran Europa de la edad media; significa también, que me encamine hacia la parte espiritual, la santidad, las buenas obras y el perfil de un ser humano que nunca ha hecho ni conocido maldades.

La condición del ser humano ha sido arrastrada a la maldad, por una sola sencilla razón mundial que es el egoísmo. De ahí, se desprende, la envidia, el poder, que significa estar por encima de mucha gente, de muchos países, de muchos mundos. La egolatría, también nace de ese egoísmo, en donde queremos ser más hermosos que nuestros semejantes, y hasta tienen envidia de un precioso animal alado cantor como los ruiseñores o los perfilados canarios, que se tiene y mandan al animalito al infierno.

En estos momentos, año 25 del siglo XXI, se perfila una guerra que es entre Irán e Israel, pero como siempre, los pobres, pagan los platos rotos, y el país de Irán asuza al grupo guerrillero Hamás, de Palestina, para que se enfrente a Israel, que es como decir que un pícaro bandolero guerrillero de Colombia se enfrente a Estados Unidos con una cauchera y lesione a un “tombo del norte” y luego los gringos nos llegan con toda la aviación a acabar con las grandes ciudades como Bogotá o Medellín, bombardeándolas para matar a ese desgraciado. Esto es lo que está haciendo la nación de Israel con el indefenso pueblo palestino. Es una masacre peor a la que hacían los nazis en la segunda guerra mundial con Adolfo Hitler como comandante supremo.

Aquí, toca decirle al señor Hozier, llévate a la iglesia del perdón y de la conciencia humana a ese bandolerismo israelí, que matan niños, por venganza, de haberse creídos los de mejor inteligencia militar del mundo y los cogieron con los de “pepitas” abajo, mandando materia fecal de su cuerpo y de su alma a las letrinas de los llamados buenos, cuando son malos, que son la de su altivez, que se define como cobardía, por matar a un niño inocente con un misil, que  es obra del diablo, en un pueblo, dizque escogido por Dios, Ave María¡.

También en Colombia, se necesita de ese clamor de “take me to church”, porque el chuzmero de las personas del gobierno nacional, está unido a la escoria social, que son los grupos guerrilleros, mafiosos, y por eso cambian funcionarios honestos para poner fichas que ayuden al contrabando, al acobose de la riqueza, a la mentira y mamarle gallo al pueblo con la esperanza que algún día llegará lo que en setenta años no ha aparecido como en Cuba. A ese clamor celestial del cantante Hozier, se debe unir la sociedad colombiana, pero no solo con cantos y oraciones, sino con fuerza moral, la cual no descarta la física, porque para matar una bacteria, hay que utilizar el mejor veneno. Fuerza honorable sociedad colombiana.

Contador Público- Asesor Empresarial.