Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)A falta de popularidad en el escenario político, algunos candidatos a cargos de elección popular se dedicaron a descalificar moralmente a sus contendores electorales, sembrando dudas entre los ingenuos ciudadanos que desconocen las marrullerías de eventuales adversarios, que acaparan privilegios en contra de los principios tutelares de esta colectividad. La venta de avales se puso de manifiesto en esta campaña electoral como fuente de financiación entre grupos políticos de garaje, que aparecieron entregando salvoconductos a falsos apóstoles de la moral pública. Le ocurrió a un aspirante del partido conservador a la alcaldía de Floridablanca, a quien le asistía el derecho de representar a su colectividad en la principal fortaleza electoral que tiene el conservatismo santandereano, donde lamentablemente sacrificaron la unidad conservadora por la vanidad y el orgullo de los dos congresistas conservadores, que se autoproclamaron dueños del Directorio Departamental Conservador.
Por esa clase de conductas, atribuibles a uno o dos parlamentarios conservadores, le entregaron la plaza de Floridablanca a una extraña y curiosa alianza de negocios alrededor de la contratación oficial, para cerrarle el paso al exdiputado Jairo Mantilla Serrano, un hombre impecable, que contaba a su favor con el setenta por ciento (70) del electorado de Floridablanca. Por esa circunstancia, la unidad del partido conservador saltó hecha pedazos y se presenta estas elecciones regionales totalmente resquebrajado, después de haberle negado los espacios que se había ganado en franca lid el ex candidato a la cámara de representantes, Héctor Guillermo Mantilla Rueda, que había colocado a su nombre, como aspirante al Congreso de la República, algo más de cuarenta y siete mil votos.
Vino luego la guillotina contra los conservadores rebeldes que condenamos la injusticia cometida en Floridablanca y le negaron al joven abogado Héctor Mantilla Rueda la oportunidad de llegar unidos a las elecciones regionales, donde los parlamentarios conservadores José Alfredo Marín Lozano y Luis Eduardo Díaz Mateus, se auto-proclamaron dueños de los avales para los candidatos a las alcaldías.
La candidatura del joven abogado Héctor Guillermo Mantilla Rueda, hijo ilustre de Floridablanca, para la gobernación del departamento, nace como respuesta al atropello infame cometido contra su familia quienes, pisoteando los estatutos del partido conservador, quisieron aplicar la guillotina contra todos aquellos que rechazamos el atropello salvaje. Las plazas públicas de Santander han escuchado las propuestas de Mantilla Rueda, uno de los jóvenes más inteligentes que tiene este departamento y que tiene despejado el futuro para un relevo generacional de la actual clase dirigente, que como decía el politólogo Ciro Emilio López Mendoza: ‘Necesitamos cambiarlos porque NO pronuncian en el Congreso de la República, ni siquiera un ERROR DE ORTOGRAFIA’. Seguiremos siendo conservadores, porque estamos seguros de la bondad de su doctrina que defiende los valores morales y los principios de libertad y orden, estampados en el escudo de la patria.