Tres internos con tuberculosis permanecen graves en el HUS
Resumen
Un brote de tuberculosis estremece la Cárcel Modelo de Bucaramanga, con tres internos en estado crítico. El hacinamiento del 69.2%, condiciones insalubres y pruebas insuficientes agravan la crisis sanitaria, poniendo en riesgo la vida de más de 2.100 internos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Crisis sanitaria en la cárcel Modelo de Bucaramanga
La crisis sanitaria en la Cárcel Modelo se erige como un llamado urgente a la acción, en el que la protección de la salud y los derechos humanos de los reclusos debe constituir una prioridad ineludible.
La Cárcel Modelo de Bucaramanga se encuentra sumida en una crisis sanitaria sin precedentes luego de confirmarse un brote de tuberculosis que afecta a un número alarmante de internos.
La situación se ha agravado de tal forma que tres reclusos han sido trasladados de urgencia en estado crítico al Hospital Universitario de Santander (HUS), lo que ha generado profunda preocupación entre las autoridades penitenciarias, sanitarias y los familiares de los afectados.
Este episodio se desarrolla en un contexto de hacinamiento extremo y condiciones insalubres, factores que han convertido al establecimiento en un verdadero caldo de cultivo para enfermedades contagiosas.
Con una capacidad oficial para albergar a 1.247 reclusos, la Cárcel Modelo acoge actualmente a 2.110 internos, lo que implica un exceso de 863 personas y un hacinamiento que supera en un 69.2% el cupo.
Este elevado índice de reclusos, sumado a la precariedad en las condiciones de higiene y a la limitada disponibilidad de servicios médicos, favorece la rápida propagación del bacilo de la tuberculosis.
Faltan medidas decisivas
Las condiciones existentes han permitido que la enfermedad se difunda de manera acelerada, con lo cual se incrementa el riesgo, tanto para los internos como para el personal que labora en el centro de reclusión.
Según datos recabados de fuentes internas, los tres hombres que se encuentran en estado crítico fueron trasladados de manera inmediata al HUS, donde su condición ha experimentado un deterioro acelerado.
Estos pacientes, que según los informes recabados por Diario EL FRENTE, hasta el momento no han mostrado una respuesta favorable al tratamiento instaurado, permanecen bajo vigilancia médica estricta.
La gravedad de sus casos ha encendido las alarmas entre las autoridades, quienes temen que, sin medidas contundentes, la situación sanitaria dentro del penal pueda derivar en una emergencia de mayores proporciones y pueda descontrolarse.
Pruebas insuficientes
El brote de tuberculosis ha alcanzado cifras que han agitado a expertos y organismos de salud. De una población que supera los 2.100 internos, se han realizado apenas 298 pruebas, un número claramente insuficiente para detectar de manera oportuna la propagación del virus.
De 88 muestras tomadas en los últimos días, 10 han resultado positivas y, actualmente, 288 personas se encuentran en aislamiento preventivo para tratar de contener el avance de la enfermedad.
Además, se reporta que 84 internos están en tratamiento por tuberculosis. De estos, 63 se encuentran en Fase 1 o intensiva –fase en la cual tres pacientes han requerido hospitalización en el HUS, 46 están aislados en el Área de Sanidad y 17 permanecen en los patios de la cárcel– mientras que 21 reclusos han iniciado la Fase 2, correspondiente a la etapa de continuación o recaídas, ya se han confirmado 20 casos.

Deterioro gradual de las condiciones sanitarias
La situación se torna aún más inquietante al comparar las cifras actuales con las registradas en el pasado reciente. Durante el transcurso del 2025 se han diagnosticado 59 casos de tuberculosis en la Cárcel Modelo, cifra que contrasta de manera dramática con los 25 casos acumulados a lo largo de todo el periodo 2024.
Este incremento no puede considerarse un simple cambio estadístico, sino que evidencia un deterioro progresivo en las condiciones sanitarias y de vida dentro del penal, lo que exige respuestas inmediatas y eficaces por parte de las autoridades.
Ante este panorama desolador, tanto las autoridades penitenciarias como los funcionarios de salud han activado protocolos de bioseguridad y medidas de aislamiento con el objetivo de frenar el avance del brote.
No obstante, la insuficiencia en la realización de pruebas diagnósticas, las pésimas condiciones de las instalaciones y la precaria situación de algunos internos ponen en duda la efectividad de estas acciones.
Especialistas en salud pública advierten que, sin una respuesta integral y coordinada, el número de contagios podría incrementarse de forma exponencial, con lo cual se acrecientan las condiciones de riesgo para la vida de los reclusos y exacerba la crisis dentro del sistema penitenciario.

Familiares de reclusos piden pruebas masivas
La respuesta de la sociedad civil y, en particular, de los familiares de los internos, ha sido de profunda angustia y rechazo. En diversas declaraciones, estos familiares han exigido a las autoridades la implementación de pruebas masivas para toda la población carcelaria, así como el aseguramiento del acceso a tratamientos médicos adecuados para los afectados.
Denuncian que las condiciones insalubres y el considerable hacinamiento han propiciado la aparición y diseminación de enfermedades contagiosas, y advierten que, sin medidas urgentes, la situación podría desencadenar consecuencias irreparables tanto para los reclusos como para la salud pública en general.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han señalado que la crisis sanitaria en La Modelo es reflejo de problemas estructurales que afectan a muchas instituciones penitenciarias del país.
La combinación de recursos limitados, infraestructura deficiente y un elevado número de internos genera un ambiente de vulnerabilidad, en el que la salud de los reclusos se ve comprometida y sus derechos básicos son sistemáticamente vulnerados.
Este escenario, además de poner en riesgo la vida de las personas privadas de libertad, puede constituir una amenaza para la comunidad, ya que el contagio de enfermedades como la tuberculosis podría trascender las paredes del penal.