Resumen
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, destacó la línea de crédito Creo, que busca fortalecer la economía y combatir la usura. Aproximadamente 23 millones de colombianos tienen limitado acceso a créditos, y con esta iniciativa podrán solicitar préstamos sin avales ni garantías.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El presidente de Colombia, Gustavo Petro, resaltó la relevancia de la línea de crédito Creo implementada por su Gobierno a principios de mes. Esta iniciativa tiene como objetivo principal fortalecer la economía popular y enfrentar las actividades de usura llevadas a cabo por ciertas organizaciones.
"Buscamos ampliar el acceso al crédito económico en la economía popular, evitando que las personas recurran a los préstamos 'gota a gota' con altos intereses", expresó Petro a través de su cuenta en X (anteriormente conocida como Twitter).
El término "gota a gota" se refiere a préstamos otorgados por individuos con intereses exorbitantes, obligando a los prestatarios a realizar pagos diarios bajo amenazas y, en ocasiones, con actos violentos.
Este tipo de prácticas financieras ha trascendido las fronteras colombianas, expandiéndose a diversos países latinoamericanos como Ecuador, Perú, Bolivia, México, Honduras, El Salvador, Guatemala y naciones del cono sur.
La línea de crédito Creo, establecida por decreto el 11 de diciembre, se orienta hacia individuos que buscan préstamos pero carecen de avales o garantías solicitadas por entidades bancarias convencionales. Ofrece plazos de hasta 24 meses para la devolución de los montos otorgados.
Rogelio Rodríguez Castillo, asesor del Despacho del Ministerio de Hacienda, destacó la relevancia de esta línea crediticia, dado que representa un cambio significativo en el panorama crediticio del país. Además, resaltó que cuenta con el respaldo de varios ministerios, incluidos Hacienda y Crédito Público; Comercio, Industria y Turismo, y Agricultura y Desarrollo Rural, así como de diversas instituciones financieras estatales.
De acuerdo con datos de TransUnión Colombia, aproximadamente 23 millones de personas en Colombia, casi la mitad de la población, tienen un acceso limitado o nulo a servicios crediticios tradicionales. Además, se estima que 1,3 millones de consumidores adquirieron su primer producto crediticio en 2021 y otros 1,5 millones en 2022.