La “Línea” Gorda de Botero

Por: Reynaldo Pérez. La historia del arte en nuestra ciudad bonita y el departamento es muy grande, pero desafortunadamente el gran capital artístico de Bucaramanga y Santander, reposa en colecciones privadas de quienes han reconocido el valor histórico de cada pieza que hace parte de la identidad santandereana, la oralidad de la memoria batalla siempre con el poco interés institucional para preservarla y conservarla, desde hace más de 400 años Santander y Bucaramanga tienen mucho que contarle al mundo siendo el Oriente Colombiano, cuna de la emancipación Latinoamericana.

El arte y la cultura son los notarios de la historia, tampoco conoce fronteras territoriales ni emocionales, un ser humano que se expresa con una sensibilidad increíble, solo quiere decir como percibe al mundo desde su interior. A mí me encanta una frase escrita por Andrea Marcolongo en su libro “La lengua de los Dioses”, frase que define el aporte Helénico al mundo, “Todo lo que se ha pensado, todo lo que se ha dicho y escrito hasta ahora, ya lo habían hecho los griegos”.

Tal vez en nuestra historia del arte, no existe alguien más Macondiano que el recientemente fallecido maestro Fernando Botero, a pesar de que con nuestro nobel de literatura Gabriel García Márquez “se masticaban, pero no se tragaban”, el alma de nuestro artista no concebía la belleza de la creación con la perfección del arte Helénico, a partir de ahí, el mundo a todas las empezó a ver gordas, la admiración por tal osadía e irreverencia, de que las grandes proporciones se vieran con ojos de beldad es infinita, “exaltar el volumen de las cosas para darles belleza”.

En 1992, París coronó al maestro y a sus obras en el Arco del Triunfo, para los parisinos fue un honor tener a tan irreverente artista en uno de los sitios más visitados en el mundo, (seis millones de turistas al año), pero lo que otros añoran, el colombiano, no lo valora. El afecto que tuvo nuestro maestro por la ciudad bonita, está representado en 3,5 metros de alto y 1,5 de ancho, la cultura no conoce de regiones, ni de fronteras, claro está que el municipio encontró 3.000 millones de razones para cuidar a “La Gorda de Botero”, que ante el mundo es una inversión cultural que los vale, con la muerte del maestro sus obras serán patrimonio de la humanidad.

“La gorda de Botero” hermosa dama que no hemos sabido valorar, y tampoco cuidar, ella dio hasta para debates de control político entre concejales de Bucaramanga, “Yo les digo y les pido a ustedes que me digan, mire la gorda de Botero, hoy no pertenece al instituto de cultura, creo que pertenece a la Secretaría de Gobierno, que tiene que ver la Secretaría de Gobierno con la cultura”. En junio del 2021 se armó la gorda en el país, lo que sucedió en el mundo fue Dantesco, confinamiento, pandemia, hambre y vandalismo.

La obra del Parque San Pio fue vandalizada por la mal llamada “primera línea” y sus lideres, ¿Qué tiene que ver la Cultura con la violencia?, es lo que la ciudadanía debe preguntarle al candidato a la alcaldía de Bucaramanga Carlos Felipe Parra, la restauración salió del bolcillo de lo bumangueses no de los honorarios del exconcejal, él aplaudió este crimen en contra de “La Gorda” patrimonio cultural de la humanidad, lo vimos con tapaboca en cara, la obra de fondo vandalizada y cartel en mano diciendo es “La gorda de la resistencia”,desafortunadamente la vandalización de la cultura es el sentir y el pensar de quienes se creen dueños del Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga; perdónelos maestro Botero.