Resumen
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Por: Carlos Iván Mantilla Velásquez. Siendo gallardo con los destacados pero muy escasos colegas de este noble oficio, me refiero a ese puñado de escritores y periodistas que se empeñan en ejercerlo a cabalidad. Llegado este momento debo reconocerles la maestría con la que escriben en especial sus columnas de opinión.
Ahora vale la pena mencionar a algunos de ellos que, aplicando, ante todo, la ética hace respetable el periodismo. Para destacarlos, encuentro rápidamente en mi mente profesionales de las letras que gozan de credibilidad de la talla de Piedad Bonnett, Juan Esteban Constaín, Juan Gabriel Vásquez, José Gregorio Hernández, Rafael Serrano Prada, Ricardo Ávila Pinto, Héctor Abad Faciolince, Daniel Samper Pizano, entre otras buenas plumas que se me escapan. Estemos de acuerdo o no con sus puntos de vista, es innegable que sientan cátedra a la hora de escribir.
Es por esto que veteranos y primíparos de esta encomiable misión, debiéramos consultar sus escritos, ojalá sin falta; como lo aconsejara nuestro nobel en una sus valiosas frases: “La literatura no se aprende en la universidad, sino leyendo y leyendo a los otros escritores”
Sea esta la oportunidad para honrar de manera especial al notable poeta, escritor, ensayista; Eduardo Escobar, trabajador incansable de las letras que a fuerza de entregarse a la literatura 24 / 7, también produce con la mayor disciplina y responsabilidad su infaltable columna semanal. Ejercicio que sin descanso realiza hace más de 50 años. Al leerlo se nota la buena calidad de sus artículos, se percibe el trabajo de un orfebre cuidadoso y profesional de la prosa. Hay precisión, claridad y concisión en sus escritos, además de creatividad y un generoso vocabulario.
Por fortuna Escobar no ha caído como algunos de los más leídos y famosos columnistas, incluidos sus compañeros de las causas nadaistas de antaño, en editar publicaciones vanidosas para satisfacer su ego – estos andan más interesados en desfilar como en pasarela por el “jet set” criollo pues no se pierden el cocktail cultural o político de la semana con tal de registrar su casting para la posteridad - y producir columnas por docenas, algunas de éstas vacías sin fundamento, tal vez las elaboran corriendo por el afán que les asiste de cumplir el compromiso de entregarlas periódicamente a los diarios.
No hay que desconocer que los mismos personajes hicieron un trabajo aceptable en otras épocas y por suerte contaron con vitrina, tanto así que cautivaron a cientos de lectores y se ganaron un lugar – sitial- en el periodismo, pero al paso del tiempo parece que se echaron con las petacas, cómo se dice: “Crea fama y échate a dormir”.
Qué difícil es encontrar, hoy por hoy, columnistas que denoten un sesudo análisis de los acontecimientos y de las problemáticas que requieren reflexiones serias que aporten de algún modo a contrarrestar la descomposición social que se vive. Lo que sí es fácil de encontrar al pasar las páginas de nuestros periódicos es retirados y quemados políticos y funcionarios públicos posando de columnistas de opinión; damas y caballeros, en su gran mayoría desprovistos de objetividad. Escriben a su acomodo con sesgo político e ideologías baratas que eluden por completo la praxis que se necesita. Son pirómanos colados en la prensa que avivan el incendio que vivimos por estás épocas. No el forestal, sino el social y político. Estos fulanos y fulanas tienen todo el derecho de acudir a la libertad de prensa, pero es enorme el daño que le causan al buen periodismo y de paso a los lectores. “Escritos en contravía” – Pensamientos políticamente incorrectos –, así se titula el libro de Eduardo Escobar, recién editado. Su contenido es la recopilación de un buen número de sus columnas escritas magistralmente durante el último medio siglo. En horabuena, poeta.
Colofón. Ahora nuestro presidente se queja de la respuesta a la ofensa que le hizo a Milei al ser elegido presidente de la Argentina. Recordémoslo: Ofensa de G.P. a M: “Un Milei que nos regresa a Pinochet y Videla. Nunca hay que votar por la barbarie y siempre hay que votar por la esperanza”. Respuesta de Milei a la ofensa de Petro, en entrevista con Patricia Janiot: “Petro es un comunista asesino que está hundiendo a Colombia”.
Qué falta de diplomacia la de los dos mandatarios. Un mal ejemplo para sus pueblos.
