De las momias y la economía

Por: Edgar Julián Muñoz González.  La economía y las relaciones humanas son dos aspectos fundamentales de la sociedad. Sin embargo, en tiempos de incertidumbre política, cuesta mucho pensar en invertir, mucho más en arriesgar para buscar un mayor beneficio. Y es en tiempos como estos, en los que la economía se estanca, que el término de “economía momia” ingresa a nuestro argot.

La economía momia es un término que se ha acuñado para describir una situación en la que los recursos económicos se mantienen rígidamente inmovilizados o "momificados". Esto significa que los medios, ya sean inversiones, activos o fondos, se mantienen en un estado de inmovilidad por la incertidumbre económica y falta de confianza en los mercados financieros. La economía momia se manifiesta en situaciones en las que las personas y empresas evitan gastar dinero, reteniendo recursos en efectivo que no generan un flujo económico dinámico.

Los momentos de crisis económicas o de incertidumbre política, los individuos prefieren "momificar" sus activos para protegerse de las pérdidas potenciales. En este entorno, las personas suelen volverse más cautelosas con sus gastos y menos propensas a tomar riesgos financieros. Esto impacta en las Relaciones Humanas a nivel individual como social.  La polarización con respecto a si se debe hacer algo o esperar mejores tiempos, acarrean una serie de discusiones que, en ultimas, las tensiones materiales aumentan y es usual que en estos tiempos se disparen los divorcios matrimoniales y la disolución de sociedades.

Las discusiones sobre cómo manejar los recursos familiares pueden volverse más intensas, ya que las personas buscan la seguridad financiera en tiempos inciertos; las empresas restringen la contratación y reducen los beneficios para los empleados. La tirantez con los sindicatos aumenta y hay presiones laborales que afectan la moral de los trabajadores. También, las organizaciones sin ánimo de lucro y las iniciativas locales pueden verse afectadas negativamente debilitando el tejido social de la comunidad.

No obstante, esta economía puede generar desafíos que fortalecen nuestras relaciones humanas y resiliencia como sociedad. En épocas de incertidumbre económica, es crucial mantener una comunicación abierta y honesta con los miembros de la familia; con amigos y colegas. Estos tiempos que atraviesa Colombia y el mundo, puede ser una oportunidad para fomentar la solidaridad en la colectividad.

Finalmente, aunque la economía momia es un fenómeno que puede afectar profundamente nuestras relaciones humanas y nuestras vidas en general, también brinda oportunidades para aprender, adaptarse y fortalecer nuestras conexiones personales y comunitarias. Al abordar los desafíos que plantea la economía momia con resiliencia y solidaridad, podemos encontrar formas de prosperar incluso en tiempos de incertidumbre como la que atravesamos actualmente. Aún faltan tres años y debemos seguir luchando.