Resumen
Las autoridades militares le rindieron honores para despedirlo, luego de haber ocupado durante varios años el primer vicariato castrense creado en Colombia.
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Primer obispo castrense que tuvo Colombia. En la cripta de la catedral de la Sagrada Familia en Bucaramanga, reservada a miembros de la jerarquía eclesiástica, fueron sepultados los despojos mortales de Monseñor Víctor Manuel López Forero, hijo ilustre de Puente Nacional y arzobispo emérito de la capital de Santander, fallecido en la Casa de San José, municipio de Floridablanca, que fue su residencia durante los últimos años de su meritoria existencia y donde residen los ancianos sacerdotes de varias provincias eclesiásticas de Santander y el oriente del país.
La ceremonia estuvo presidida por Monseñor Ismael Rueda Sierra, arzobispo de Bucaramanga y por monseñor Juan Vicente Córdoba Villota, junto con los obispos de las diócesis de Barrancabermeja, Málaga, Vélez, Socorro, San Gil y otros miembros de la jerarquía eclesiástica, acompañados además de medio centenar de sacerdotes y representantes de las comunidades religiosas. Su cuerpo reposará en el mismo lugar de la Catedral donde están sepultados Monseñor José de Jesús Pimiento rodríguez, Cardenal Emérito de Colombia y Monseñor Héctor Rueda Hernández.
Las autoridades militares le rindieron honores para despedirlo, luego de haber ocupado durante varios años el primer vicariato castrense creado en Colombia para asistir espiritualmente a los miembros de las fuerzas militares. Monseñor Víctor Manuel López Forero, nacido el 29 de marzo de 1931, teólogo colombiano, fue autor de varios libros, entre ellos la biografía de Monseñor Rafael Afanador y Cadena, el fallecido arzobispo de la Nueva Pamplona, que hace más de un siglo ocupaba parte del territorio de Colombia y Venezuela.
Fue ordenado sacerdote el 27 de octubre de 1957 y estuvo vinculado al clero de la Arquidiócesis de Bogotá. El Arzobispo de Bogotá y Vicario Militar de Colombia, el cardenal Aníbal Muñoz Duque, lo ordenó obispo el 29 de junio del mismo año. El Santo Padre Juan Pablo II lo nombró Obispo de Socorro y San Gil el 6 de diciembre de 1980 y el 7 de junio de 1985 fue nombrado Vicario Militar de Colombia.
El 21 de junio de 1994 fue nombrado Arzobispo de Nueva Pamplona. El 27 de junio de 1998 fue nombrado Arzobispo de Bucaramanga y el 13 de febrero de 2009, el Papa Benedicto XVI aceptó su petición de dimitir por haber cumplido la edad de retiro.
