Lo justo, lo Legal y lo Legítimo

Por: Gerson Moreno

Desde los orígenes en la antigua Grecia, al menos en occidente, la acción política ha constituido un campo humano en el cual los asuntos públicos han de ser resueltos por la vía de la razón política y no por las vías de la violencia, sin que esta última deje ser un objeto/sujeto político.

La percepción de lo político subyace en un variopinto mundo racional, por ello la perspectiva histórica es importante, puesto que el mundo de la política y de lo político refleja una requerida reflexión respecto de la condición humana, la cual requiere ser entendida para hacer inteligible mínimamente nuestra existencia pasada, así como presente. Por lo anterior hay que señalar:

Hoy el ciudadano colombiano que afronta algún problema que lo lleve a tener que acudir ante el sistema judicial, se ve en la baraúnda de un sistema enmarañado de normas que le desconocen sus derechos.

Es de señalar que, en lugar de contar con un sistema justo, equitativo que imparta y aplique la ley, para así lograr el reconocimiento de solución a su problema, se vive todo lo contrario y así vemos cómo ese sistema no le reconoce ni protege sus derechos ni sus obligaciones. Es decir, nuestro sistema institucional judicial actual desconoce y no soluciona los conflictos y las demandas que coloca el ciudadano del común.

En ese orden de ideas, la Justicia pareciera ser en consecuencia un sinónimo de corrupción, así como de abandono a su propia suerte del ciudadano del común al imperio del más fuerte y atrinchera miento obligado del más débil. Lo anterior con el imperativo de la actual crisis ética de la Justicia institucional en Colombia.

Viene a colación hoy el debate de:" Lo Justo, lo legal y lo legítimo", los cuales viven hoy una violenta crisis de contradicción, ello agudiza la incertidumbre pues los conflictos e intereses actuales del manejo del poder amedrantan el futuro del país institucional.

Frente a este diagnóstico nos queda más que revisar, replantear conceptos supremos sobre lo que es: las teorías de la justicia, la igualdad, la libertad y el respeto al cumplimiento de la ley, ello acordé a una reforma a la justicia sin sesgos y sin intereses políticos particulares en detrimento de todos los ciudadanos.

Es decir, se requiere un análisis crítico-constructivo consecuente con una ética Civil del sistema Judicial en Colombia el cual debe ser el garante de la convivencia pacífica de todos sin excepción y sin ambajes.

Tema base de esta corta reflexión es preguntarse: ¿y qué pasó con la justicia en Colombia? Este tipo de cuestionamientos hoy predefinido por el caos en el cual atraviesa nuestra institucionalidad jurídica, la cual por obvias razones cada vez es más complicada, llena de conflictos, hacen ver cada vez más lejano el momento anhelado de tener un Estado Garantista con algún grado de justicia y ética a partir de la base de la Dignidad Humana.

De aquí se requiere que revisemos los planteamientos de quienes en el trasegar del saber jurídico hoy nos convocan a repensar que una mejor sociedad es posible siempre y cuando esté libre de manipulaciones politiqueros y de intereses personales que pretendan utilizar a los incautos seguidores para satisfacer sus intenciones no muy definidas de lo que para ellos a representado el Estado y su limpia estructura de manejo, lo cual debería ser la impronta para sacar al país de la crisis institucional actual.

Además, se requiere valorar críticamente el sentido que relaciona los principios de la justicia, el sistema jurídico y la estructura social los cuales son el marco referencial justificante al desarrollo interactivo del Derecho accionado en cuanto a la legalidad y su conexión en servicio de la Dignidad del colectivo humano y su desarrollo social.

Por demás no podemos olvidar que El Estado como forma histórica de poder en Colombia y su institución jurídica, ha de estar acordé con la realidad moderna.