Barrista del DIM murió al manipular un arma en una barbería
Resumen
Julián González, barrista del DIM, murió en un accidente al manipular un arma en una barbería de Medellín. La comunidad y seguidores del DIM lamentan la tragedia y exigen acciones para prevenir futuros incidentes.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En la tarde de ayer se registró un trágico suceso en el sector Monteclaro, en la comuna de Robledo de Medellín, que ha conmocionado a la ciudad.
Dentro de una barbería ubicada en la carrera 95 con calle 70A, se produjo un accidente fatal que cobró la vida de Julián González Gómez, un joven de 24 años reconocido por su labor como barrista del Deportivo Independiente Medellín (DIM) y por su participación activa en la Murga del Indigente, grupo musical de la Rexixtenxia Norte.
Según declaraciones preliminares y testimonios de personas presentes, el lamentable hecho ocurrió mientras varios clientes se encontraban en el establecimiento.
Una de estas personas portaba un arma que, aunque no le pertenecía, estaba bajo su custodia. Este individuo mostró el arma a Julián, lo que dio pie a que ambos comenzaran a manipularla de manera informal.
A pesar de que se aseguraba que el arma estaba descargada, un descuido produjo un disparo accidental.
La bala impactó de forma letal al joven, quien falleció en el lugar debido a la gravedad de las heridas sufridas.
Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer de manera detallada los hechos y determinar responsabilidades en el manejo imprudente del arma.
Este caso se suma a la creciente cifra de homicidios en Medellín, que ahora asciende a 44, con tres incidentes registrados en la comuna 7 de Robledo.
La comunidad exige respuestas y acciones concretas que permitan prevenir futuros accidentes de esta naturaleza.
La noticia ha generado una profunda tristeza entre los seguidores del DIM y los integrantes de la Murga del Indigente.
En las redes sociales se difundieron mensajes de despedida llenos de emoción y reconocimiento hacia el joven, recordándolo como un “compañero de causa”, un “amigo de cancha” y un “murguero de corazón”.
En una publicación se le rindió homenaje destacando su habilidad para “hacer vibrar su ser interior” y su capacidad para contagiar alegría a quienes lo rodeaban, lo que lo convirtió en un pilar dentro de la familia del Murgón del Barrio Estadio.