Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Los dueños de los contratos de remodelación de parques en la ciudad de Bucaramanga paralizaron la mayor parte de las obras, esperando reajustes hasta del cincuenta por ciento (50%) del valor de cada contrato. Por los alrededores del Parque ‘Custodio García Rovira’ y por la ‘Plaza Cívica Luis Carlos Galán Sarmiento’, el tránsito de vehículos y personas se ha convertido en un caos.
Lo mismo ocurre en los parques del ‘Centenario’, ‘La Concordia’ y ‘San Francisco’, donde se realizaron movimientos de tierra, levantamiento de andenes y dejaron las obras y las baldosas abandonadas a su suerte, esperando los consabidos reajustes a valor presente, porque así lo establecen las disposiciones legales, han dicho representantes de las diferentes firmas contratistas.
Entre los ciudadanos perjudicados por la lentitud en la remodelación de parques, están los empleados de la rama judicial, debido al bloqueo del emblemático Palacio de Justicia y los funcionarios de la Procuraduría General de la Nación, de la gobernación de Santander y de la alcaldía de Bucaramanga.
La capital de Santander está atravesando el peor caos de su historia, perjudicando a propietarios de establecimientos comerciales existen en los alrededores de las plazas de mercado, parques y edificios de propiedad oficial.
El caos vehicular en la Avenida Jorge Eliécer Gaitán, entre las carreras 27 y 36 hasta el parque de García Rovira, se ha convertido en uno de los mayores problemas para el tránsito de vehículos en la zona histórica de Bucaramanga.
Es impresionante la parsimonia de los contratistas y el chantaje que ejercen ante la administración municipal de Bucaramanga para conseguir, bajo cualquier pretexto, los consabidos reajustes en el compromiso contractual.
Para los miembros de la rama judicial y para los ciudadanos que buscan pronta y cumplida justicia, lo que está pasando en la Plaza Cívica Luis Carlos Galán ofende a magistrados, jueces y empleados subalternos, porque es el lugar de encuentros con los abogados litigantes e igualmente ofende a los visitantes de las diferentes regiones del departamento de Santander, que deben tramitar sus inquietudes en el Palacio Amarillo, donde el gobernador y sus secretarios de despacho deben cumplir misiones institucionales.
Hace más de un año despedazaron la Calle 36, entre carreras 12 y 10, por los alrededores del Parque Custodio García Rovira, donde se rinde culto a la memoria del héroe santandereano, fusilado en 1816 por orden del General Español Pablo Morillo en Santafé de Bogotá. Frente a la gobernación de Santander, junto a la Iglesia de San Laureano, junto al Palacio de la Alcaldía Municipal de Bucaramanga, junto a la Academia de Historia y muy cerca de los cuarteles de la Policía Metropolitana, llevan año y medio gastándose veinte mil millones de pesos, de los dineros provenientes de créditos bancarios y transferencias de la nación, que llegaron con ocasión de la celebración de los cuatrocientos años de esta ciudad.
Nuestros abuelos decían que ‘cuando se saca y no se echa, pronto pasa la cosecha’. Y los cínicos, contestaban: ‘Lo que al bolsillo no cuesta, hagámoslo fiesta’. Los contratistas van a dejar tiradas las obras antes de que se termine el mandato del arquitecto Juan Carlos Cárdenas Rey.
El servicio de la deuda pública contraída por la saliente administración será superior a los trescientos mil millones de pesos, pagaderos con los impuestos que cada año aumentan de manera desproporcionada en Bucaramanga. ¿Será justo que se hayan tirado tanta plata en las obras de remodelación de parques, mientras tenemos un retraso de veinte años en la ampliación de la malla vial de esta capital?