Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: Claudio Valdivieso. Minutos después del cierre electoral, en una posición bastante cómoda, junto a mi viejo radio de pilas me dispuse al seguimiento milimétrico del escrutinio.
Para no distraerme durante la transmisión, tomé unos retazos de carne oreada y yuca que sobrevivieron al voraz apetito de la jornada electoral, y armé una picada exprés para saborear el conteo, disfrutar los aciertos y lamentar los desaciertos durante la reñida contienda que arrojó decepciones por montones, imprevistos y sorpresas entre los candidatos santandereanos.
Creí haber tomado las medidas suficientes para no distraerme del proceso electoral, cuando la curiosidad me atacó por completo para conocer el trabajo “manual” de algunas campañas, de varios de los candidatos que de la nada brillaron y arrojaron interesantes propuestas para continuar trabajando de la mano de sus propósitos.
Para iniciar, fui buscando y comparando a los candidatos de la asamblea departamental, atraído por la modesta campaña del candidato José Luis abril Porras. Su campaña inició de la mano de su familia y el trabajo incansable por su región, para obtener a pulso una votación de 3.587 votos, sin pactar acuerdos ni ofrecer falsas promesas, además, de no contar con sólidos respaldos de maquinaria política.
El nombre de José Luis abril Porras ha recorrido un trayecto invaluable en la defensa de las tradiciones y en la búsqueda de hacer visibles las necesidades de su región.
Ahora, después de aceptar la invitación de sus coterráneos para aspirar a la asamblea de Santander, José Luis demostró que se puede trabajar en una campaña, sin más inversión que su experiencia y dedicación al servicio en beneficio de una población vulnerada, independiente de la afinidad política de los ciudadanos.
Los resultados de su trabajo, sin necesidad de referirnos como trabajo de campaña política, dejó en evidencia que para trabajar por la gente solo se necesita disposición y voluntad, sin ninguna aspiración, más que la de servir en una campaña social llamada “Siempre”.
En medio de los avances noticiosos la picada exprés fue devorada al paso de mi memoria por los caminos de Santander, y curiosamente, me detuve en San José de Suaita, tierra que aceptó la misión de darle el terruño a José Luis abril Porras, candidato a la asamblea de nuestro Santander. José Luis partió a trabajar por su gente, y desde entonces tiene el privilegiado don de servicio.
Nuestro departamento de Santander ha forjado dignos representantes y merecedores del honorable título de amigos de la gente, porque han nacido para servir incondicionalmente, con ejercicios de amor por su propia familia y una familia llamada pueblo.
En medio de tantos aciertos y desaciertos frente a los resultados, José Luis arrojó importantes expectativas sin alcanzar su curul, sin proselitismo de ninguna índole, pero seguirá atento a extender como siempre sus brazos a la gente.
Existen verdaderos servidores comunitarios dispuestos a trabajar por las regiones de Santander, sin ostentar acreditaciones ni reconocimientos por decretos que resalten el reconfortante don de servir, consignado en la memoria de la gente como gesto de gratitud y convicción de grandeza.
