Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: Angelino Garzón. Pasadas las elecciones regionales del 29 de octubre, es bueno anotar que, a pesar de hechos de violencia y vandalismo generados en algunos municipios y regiones agrarias, lo fundamental ha sido la elección democrática de alcaldes en más de mil municipios y de gobernadores en los 32 departamentos de Colombia.
Considero que es un error político pretender ubicar dichos gobernantes como opositores o simpatizantes del Presidente Petro, porque ellos expresan la decisión y voluntad de la población de elegirlos para un período de gobierno de cuatro años, esperanzada en que ellos trabajarán de manera transparente y responsable en favor de la población urbana y rural que vive en esas regiones.
En el ejercicio democrático de la política, es importante la comunicación para llegar a acuerdos con sectores de la oposición, pero sobre todo con la población y eso es lo que tendrán que hacer los nuevos gobernantes. Sería un inmenso error político, tanto del Presidente de la República, como de los alcaldes y gobernadores, encarar su relación constitucional desde un rótulo partidista o político, porque al final de cuentas el único perdedor sería nuestro país.
Es bueno recalcar que los gobernantes electos deben saber que las elecciones ya pasaron y que ahora su responsabilidad democrática no es solamente con sus votantes, sino principalmente con el conjunto de la población urbana y rural.
A los nuevos alcaldes y gobernadores, por mandato constitucional, les corresponderá, independientemente del partido político al que pertenezcan, coordinar acciones con el Presidente de la República, basadas en la cooperación recíproca y en el diálogo social, con participación de la población, a fin de que los compromisos se puedan cumplir durante el mandato de cada uno de ellos.
Esa coordinación de esfuerzos y trabajo conjunto, también deberán desarrollarla los gobernadores con los alcaldes de cada uno de los municipios de sus respectivos departamentos.
En ese orden de ideas, con todo respeto, considero que, si el Presidente desea terminar bien su tarea de gobierno, sus aliados más importantes son los alcaldes y gobernadores electos, así piensen de manera diferente o tengan críticas al gobierno nacional. No olvidemos que el deber democrático de todo gobernante está con la población urbana y rural y no con sus amigos políticos, copartidarios o familiares.
Por mi experiencia de vida, tanto en los cargos públicos que he ocupado, como ciudadano y abuelo que soy, recomiendo a todos los gobernantes hagan primar en sus gobiernos el norte ético como la cero tolerancia con la corrupción, el despilfarro, la violencia y las desigualdades sociales, pero que también tengan en cuenta que cuatro años pasan muy rápido y el mejor reconocimiento que se puede recibir de la población es cuando la gente, en la calle y mirándonos a los ojos nos saluda amablemente y expresa sus gracias por la labor cumplida.
Por otra parte, recogiendo el sentimiento de la población colombiana, manifiesto mi repudio a los secuestradores del padre de nuestra gloria del fútbol colombiano, el popular Lucho Díaz y me uno a todas las voces que, tanto a nivel nacional como internacional, demandamos su libertad inmediata y sin condiciones y condenamos el secuestro como un delito que violenta la dignidad e integridad de los seres humanos.