Resumen
El uso de pólvora en diciembre ha resultado en un aumento de lesiones, incluyendo traumas acústicos y pérdida de audición. La explosión puede causar daño irreparable en el oído. Es recomendable usar protectores auditivos y mantener a los niños alejados de la pólvora.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Los oídos pueden ser grandes víctimas en la temporada de diciembre, que, si bien es una época de tradición, lo es también de lesiones por cuenta de la pólvora.
Cada hora de diciembre se ha quemado una persona con pólvora y se calcula que hay 312 lesionados, según el Instituto Nacional de Salud (INS), con un crecimiento de 6,8% frente al mismo periodo de 2022. Eso significa que, en promedio, cada día de las primeras semanas de diciembre se quemaron unas 28 personas.
También la pólvora es un problema para los oídos y eso, muchos no lo saben. Son innegables los efectos que puede producir la explosión por pólvora: puede desencadenar un trauma acústico, acompañado de una lesión coclear irreversible y la aparición de pérdida auditiva leve, moderada o severa, dependiendo de lo cerca que esté la persona de la fuente explosiva.
Se calcula que 446 millones de personas, es decir más de 5% de la población mundial, tiene una pérdida auditiva incapacitante y que 1 de cada 10 perderá el oído en 2050, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Colombia, se calcula en más de 500.000 el número de personas con pérdida auditiva, que llega a ser discapacitante cuando supera los 25 decibeles en adultos y niños.
“En estas fiestas debemos cuidarnos de la pólvora porque un estallido puede alcanzar más de 100 decibeles, que son altamente perjudiciales para nuestro oído. Corremos el riesgo de una pérdida súbita, permanente e irreversible que no se podría solucionar con medicamentos”, comenta Lina Rubio, audióloga de la Zona Norte de América Latina de MED-EL.
¿Pero entonces que hacer si inevitablemente nos exponemos a estos ambientes? La recomendación principal es usar protectores auditivos a la medida y unos auriculares para evitar riesgos.
“La pólvora debería ser manejado por un profesional y se debería alejar a los niños de estos espacios, buscar lugares certificados para estas actividades y evitar manipulación irresponsable”, afirma.||