Veinte años de cárcel para hombre que agredió a puñal a su expareja en Bucaramanga

Fredy Alexander Díaz Sepúlveda recibió una pena de 20 años y siete meses de prisión tras admitir su responsabilidad por el intento de feminicidio agravado en grado de tentativa contra su expareja, Maribel Fernanda Gómez y por tentativa de homicidio agravado contra el acompañante de ella.

La condena quedó en firme luego de la audiencia de verificación de preacuerdo y lectura de sentencia realizada de forma virtual.

Durante el procedimiento, la Fiscalía propuso una sanción de 248,6 meses de reclusión, oferta que el acusado aceptó sin presentar impugnaciones. El juez, tras verificar el cumplimiento de los requisitos del convenio, ratificó la pena en un centro de reclusión. Al concluir la audiencia, Díaz Sepúlveda pidió disculpas a las víctimas por los daños ocasionados.

Maribel Fernanda, de 32 años, calificó la condena de insuficiente. “Esperaba los 32 años de cárcel que se mencionaron en un inicio. Las leyes protegen al agresor, no a la víctima. Él me dio 12 puñaladas y al otro hombre, 17, y ambos rozamos la muerte”, declaró. La víctima aceptó, sin embargo, que el acusado no quedará libre por vencimiento de términos, situación que parecía inminente antes de la aceptación del preacuerdo.

La agresión tuvo lugar el 31 de octubre de 2024, alrededor de las 10:00 de la noche, en la calle 104C con carrera 16, barrio El Rocío, sur de Bucaramanga.

Maribel conversaba con un hombre de 33 años cuando Díaz Sepúlveda los abordó con un cuchillo. El acompañante huyó tras ver el arma; la mujer sufrió un empujón que la arrojó contra el andén.

El agresor regresó cubierto de sangre y le infringió 12 puñaladas, con perforaciones en pulmones e hígado. Al otro hombre le propinó 17 heridas punzocortantes.

Ambos sobrevivieron a juicio de médicos que calificaron su recuperación de milagrosa.

La víctima describió un largo ciclo de violencia de género iniciado en 2016, cuando empezó la relación de pareja de la que nacieron dos hijas, hoy de cinco y tres años.

Tras la ruptura definitiva en septiembre de 2024, Díaz Sepúlveda dejó de laborar y comenzó a perseguirla, violando medidas de protección.

La sentencia busca poner fin a la impunidad de un agresor que desoyó cualquier límite legal. Maribel Fernanda confía en que la cárcel garantice la seguridad propia y de sus hijas.