Ámsterdam endurece políticas contra el sobreturismo: prohíbe nuevos hoteles y restringe consumo de cannabis

En un movimiento audaz para frenar el sobreturismo, el gobierno de Ámsterdam ha intensificado sus esfuerzos implementando medidas que buscan preservar la calidad de vida de sus residentes. La capital neerlandesa ha lanzado una 'nueva y polémica normativa' que promete cambiar el panorama del alojamiento turístico en la ciudad. La ordenanza se suma a una serie de acciones emprendidas a lo largo de los últimos cinco años, con el fin de controlar la oleada de turistas que perturban la vida cotidiana de la ciudad.

Tras un periodo de restricciones dirigidas a reducir las molestias causadas por visitantes, las autoridades de Ámsterdam ahora han informado sobre una reglamentación que limita la construcción de nuevos hoteles. 'Queremos mantener a Ámsterdam habitable, sin sobreturismo, sin nuevos hoteles y con un límite de 20 millones de noches de hotel al año', manifestó el gobierno local en una declaración. Esta medida impone que cualquier nuevo proyecto hotelero solo avance si es en reemplazo de uno existente, sin incrementar la oferta de camas y si representa una mejora, como mayor sostenibilidad.

Previo a esta disposición, el municipio ya había actuado sobre otro atractivo turístico, prohibiendo fumar cannabis en las calles del Barrio Rojo y endureciendo las normas sobre consumo de alcohol y horarios de cierre para bares y prostíbulos. El distrito, famoso por su legalizada prostitución y la venta de drogas, ha sido denominado 'kilómetro cuadrado de miseria' por la policía local, debido al incremento de la delincuencia asociada al turismo desenfrenado.

La situación ha llegado incluso a plantear en 2021 una propuesta para restringir el acceso de extranjeros a los coffee shops. Sin embargo, dicho proyecto fue descartado. Aun con un decrecimiento en el número de locales, de 283 a 166 en dos décadas, el turismo masivo ha impulsado el consumo de cannabis en un 200%. Datos de 2019 revelan que casi diez millones de personas visitaron Ámsterdam, con más de la mitad de visitantes del Barrio Rojo declarando que el motivo de su viaje estaba relacionado con las drogas.

Los críticos e inversores inmobiliarios han señalado la polémica en torno a las nuevas normativas, pero el gobierno municipal se mantiene firme en su objetivo de 'no sobreturismo', imponiendo un control estricto sobre la expansión hotelera en una apuesta por la sostenibilidad y la convivencia armoniosa entre visitantes y residentes. 'Estas medidas estarán destinadas a nuevas iniciativas, excluyendo los proyectos que ya posean un permiso', concluye el comunicado.