Área Metropolitana de Bucaramanga ante desafíos estructurales en calidad de vida
Resumen
El informe Cómo Vamos 2025 evidencia que, a pesar de algunos avances, persisten déficits significativos en el Área Metropolitana de Bucaramanga, con problemas críticos en pobreza, empleo, seguridad y transporte que afectan el bienestar y aumentan las desigualdades.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Informe Cómo Vamos 2025 muestra avances aislados y déficits protuberantes
La carpeta de los pendientes está cargada de compromisos financieros, técnicos y políticos que perduren más allá de mandatos locales y prioricen la reducción de desigualdades con hechos sostenibles.
El Informe de Calidad de Vida 2025, divulgado por Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos, presenta un diagnóstico preciso: existen avances aislados, pero predominan déficits que erosionan el bienestar de un sector amplio de la población.
El estudio destaca problemas concretos en pobreza, empleo, seguridad y transporte público, variables que condicionan oportunidades y aumentan las brechas sociales en el Área Metropolitana de Bucaramanga.
La pobreza mantiene niveles preocupantes. En 2024 alrededor de 379.000 habitantes del AMB vivían en pobreza monetaria, con ingresos inferiores a $639.000 mensuales.
De ese total más de 90.000 personas soportaban pobreza extrema, con ingresos menores a $301.000, condición que restringe el acceso a alimentación y servicios básicos.
Pobreza y desempleo
La pobreza multidimensional afectó a cerca de 57.000 habitantes, equivalente al 5% de la población; el 70% de ese grupo también figuró como pobre monetario, lo que evidencia vulnerabilidad múltiple.
El mercado laboral exhibe debilidades persistentes. La tasa de desempleo en 2024 fue de 9,2%, con especial impacto entre los jóvenes cuya tasa llegó al 17,6%.
La baja aparente en el desempleo juvenil frente a 2023 obedeció en gran medida a la salida de jóvenes del mercado laboral y no a una creación sostenida de empleos formales.
La informalidad alcanzó al 45,4% de los ocupados, circunstancia que deja a una proporción elevada de trabajadores sin seguridad social ni prestaciones. Además el 80,6% de los trabajadores del AMB percibió ingresos inferiores a dos salarios mínimos, cifra que limita la estabilidad económica de la mayoría de hogares.
Deserción escolar al alza
La educación exhibe cobertura creciente, pero presenta problemas en retención y calidad. La deserción intraanual en secundaria y media supera el 6% en varios municipios, lo que reduce las posibilidades de acceso a la educación superior y deteriora la movilidad social.
En 2024 el tránsito inmediato a la educación superior alcanzó 60% en Bucaramanga, 59% en Floridablanca, 55% en Piedecuesta y 53% en Girón, datos que muestran que casi la mitad de los bachilleres no continúa estudios de forma inmediata.
En rendimiento académico solo el 13% de los estudiantes de colegios oficiales alcanzó el nivel B1 en inglés en las pruebas Saber 11°, frente al 45% de estudiantes en colegios privados, brecha que condiciona la equidad educativa.
Metrolínea Vs. automóvil particular
La inseguridad figura como la principal preocupación ciudadana. El 51,2% de los encuestados en el AMB identificó la inseguridad como el problema más grave.
La tasa de homicidios en 2024 ascendió a 18 por cada 100.000 habitantes, por encima del promedio nacional de 16. Bucaramanga presentó una leve reducción en homicidios mientras Floridablanca, Girón y Piedecuesta registraron aumentos.
En delitos contra el patrimonio se reportaron 2.982 hurtos a personas, cifra que implicó una caída del 29,7% respecto a 2023 aunque la tasa se mantiene por encima de la registrada en ciudades como Barranquilla y Cartagena.
El sistema de transporte masivo no recuperó niveles de demanda previos. En 2024 el sistema movilizó 69,6 millones de pasajeros, equivalente al 80% de su mejor momento histórico.
Metrolínea no logró recuperar la demanda y la preferencia por el vehículo particular se consolidó. El parque automotor del AMB creció 46% entre 2016 y 2024, con aumento notable de motocicletas. Las autoridades locales y expertos atribuyeron la falta de viabilidad del sistema a fallas jurídicas, financieras y de gestión en su diseño y operación.
Baja la economía y mejora el ingreso
El comportamiento económico mostró divergencias territoriales entre los municipios. Girón acumuló un crecimiento cercano al 7% en los últimos nueve años. En contraste Bucaramanga creció en torno al 1% o 2% anual y Piedecuesta y Floridablanca rondaron el 3%.
Esa heterogeneidad intensifica las desigualdades internas y demanda políticas que corrijan desequilibrios productivos y de infraestructura.
El informe general registra además progresos en la clase media que alcanzó el 49,2% de la población y el coeficiente de Gini se situó en 0,466, guía que recoge una leve mejora en la distribución del ingreso.
No obstante, esos avances resultan escasos frente a la magnitud de la pobreza, la informalidad gradual y otros rezagos. La publicación compila 100 indicadores y concluye con un llamado a la concertación social.
La socialización de resultados convoca a administraciones locales, al sector privado y a la ciudadanía a priorizar metas, coordinar recursos y formular políticas públicas sostenibles y de largo plazo.
El diagnóstico entregado exige medidas concretas, metas verificables y mecanismos de seguimiento que transformen las cifras en mejoras tangibles para la población del AMB.
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