Como objetos trataban a mujeres obligadas a la prostitución: con santería y video-vigilancia las controlaban
Resumen
La Policía Nacional desmanteló una red de explotación sexual en Valladolid, liberando a 13 mujeres de un clan que utilizaba santería para controlarlas. Ocho personas fueron arrestadas y el proceso judicial continúa.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La Policía Nacional española desmanteló una red dedicada a la explotación sexual en Valladolid, tras rescatar a 13 mujeres en situación de vulnerabilidad y detener a ocho personas vinculadas a un clan familiar liderado por una mujer de origen paraguayo.
Las víctimas, procedentes de Paraguay, Perú, Argentina y España, eran captadas tanto en sus países de origen como dentro del territorio nacional. Una vez bajo el control del grupo, eran forzadas a ejercer la prostitución en distintos locales de la ciudad.
Según detallaron las autoridades en una rueda de prensa, el clan empleaba tácticas de intimidación que incluían rituales de santería y vigilancia constante a través de cámaras para mantener sometidas a las mujeres.
El subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, indicó que la principal reclutadora era la propia líder del clan, quien incluso llegó a involucrar a mujeres de su entorno familiar.
Su hija mayor se encargaba de la contabilidad y de coordinar las operaciones, mientras que la nuera de la matriarca gestionaba uno de los inmuebles donde se explotaba a las víctimas.
Las mujeres eran tratadas como «propiedad» del clan hasta que lograban saldar una supuesta deuda relacionada con su traslado a España o generaban suficientes beneficios para sus explotadores.
Durante ese tiempo, permanecían bajo estricta vigilancia y solo podían salir del domicilio con autorización, y únicamente para realizar compras básicas.
El uso de rituales de santería reforzaba el control psicológico sobre las víctimas. Algunas de ellas incluso se referían a la hija mayor como “la Santa Muerte”, nombre con el que la tenían registrada en sus teléfonos móviles.
La investigación se inició tras la denuncia de una de las víctimas, lo que permitió a la policía enfocar su atención en los miembros del clan, varios de los cuales ya estaban bajo investigación por delitos similares.
Los ocho arrestados han sido puestos en libertad con cargos, mientras el proceso judicial sigue su curso.