Resumen
Un nuevo terremoto de magnitud 6,0 sacude Japón, área que ya se encontraba en emergencia por un sismo previo de magnitud 7,5. La situación se complica por la presencia de diversas réplicas y condiciones climáticas adversas que dificultan las operaciones de rescate.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Un nuevo terremoto de magnitud 6,0 ha sacudido la misma zona de Japón que experimentó un sismo devastador el pasado primero de enero, con una magnitud de 7,5. Esta región ya estaba lidiando con las secuelas del terremoto inicial que dejó más de 200 personas muertas y más de 100 desaparecidas, según las autoridades regionales. El último sismo se produjo frente a la costa del mar de Japón, aunque no generó una alerta de tsunami.
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El terremoto del Año Nuevo causó destrucción masiva en la península de Noto, en la isla principal de Honshu, con edificios colapsados, incendios y daños en infraestructuras. A una semana del desastre, los equipos de rescate enfrentan desafíos significativos, como caminos bloqueados y malas condiciones climáticas, mientras intentan llegar a las aproximadamente 3,500 personas atrapadas en comunidades aisladas.
#Internacional 🇯🇵 Esta mañana tiempo local, se registró un fuerte #sismo de 6.2 en la principal isla de #Hokkaido #Japon, hasta el momento no hay reportes de personas fallecidas o grandes daños. #temblor #HastaAbrieronLosOjosDelSusto #temblol pic.twitter.com/jCvyyKJaKO
— Callejero Noticias (@CallejeroPue) June 11, 2023
Desde el sismo inicial, se han registrado más de 1,200 réplicas, y el último terremoto añade más presión a la ya complicada situación. Las autoridades regionales han ajustado las cifras de víctimas del primer terremoto, indicando que el número de muertos aumentó de 180 a 202, mientras que el número de desaparecidos disminuyó de 120 a 102.
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Las intensas nevadas en la zona afectada están afectando las operaciones de rescate y socorro, con alrededor de 30,000 personas aún en refugios gubernamentales, algunas enfrentando escasez de alimentos, agua y calefacción. Cerca de 60,000 hogares están sin agua, y 15,600 carecen de electricidad. El primer ministro, Fumio Kishida, ha instado a su gabinete a resolver los desafíos de aislamiento en las comunidades afectadas y continuar con las operaciones de rescate, mientras también ordena evacuaciones a regiones lejanas de la zona afectada por el terremoto.
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