Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El gobierno Argentino encabezado por el ultraliberal Javier Milei ha anunciado una devaluación significativa de la moneda del país, estableciendo un tipo de cambio oficial de 800 pesos por dólar, en comparación con los 391 pesos del jueves pasado. El ministro de Economía, Luis Caputo, reveló esta medida drástica y advirtió sobre el riesgo inminente de hiperinflación para Argentina.
"La génesis de nuestros problemas ha sido siempre fiscal", enfatizó Caputo durante el anuncio. Destacó la necesidad de abordar la "adicción" al déficit en las finanzas públicas y anunció la reducción de subsidios a la energía y el transporte, entre otras medidas de austeridad, como parte de la nueva estrategia económica.
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El ministro advirtió sobre las consecuencias inevitables si no se toman medidas drásticas: "Si seguimos como estamos, vamos inevitablemente camino a una hiperinflación". Argentina enfrenta actualmente una crisis económica grave, con una inflación anualizada superior al 140% y una tasa de pobreza que supera el 40% de la población.
"El tipo de cambio oficial va a pasar a valer 800 pesos, para que los sectores productivos tengan realmente los incentivos adecuados para aumentar la producción", explicó Caputo en una alocución grabada previamente. A pesar de esta devaluación, el gobierno mantendrá el sistema de control de divisas establecido desde 2019, que incluye una decena de tipos de cambio diferentes.
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Javier Milei, el nuevo presidente, ha destacado la necesidad de un "shock" para superar la crisis económica y ha descartado cualquier enfoque gradualista. Se propone llevar a cabo un ajuste fiscal equivalente al 5% del Producto Interno Bruto (PIB). Las medidas de austeridad incluyen la reducción del tamaño del Estado y la paralización de proyectos de infraestructura financiados con fondos públicos que aún no han comenzado. A partir de ahora, la obra pública se financiará con fondos privados.
El gobierno de Milei busca cambiar radicalmente la política económica argentina, priorizando la estabilidad fiscal y la reducción del gasto público, aunque estas medidas podrían tener un impacto significativo en la población, especialmente en los sectores más vulnerables.
