Contrario a la creencia científica de larga data, la unicidad absoluta de las huellas dactilares se ve cuestionada por nueva evidencia. Tradicionalmente, se ha afirmado que incluso los gemelos idénticos no comparten las mismas huellas, atribuyendo la diferenciación a factores genéticos y ambientales distintivos durante la gestación. No obstante, recientes investigaciones ponen en jaque esta veracidad.

Un estudio innovador ha demostrado que las huellas de diferentes dedos en una persona pueden ser extremadamente similares, desafiando la noción de unicidad dentro de un mismo individuo. Más allá, se revela que la posibilidad de que diferentes personas tengan huellas dactilares idénticas no es completamente improbable.

Este hallazgo se apoya en un caso sorprendente ocurrido hace más de una década: trillizos nacidos en Barcelona presentaron huellas dactilares idénticas, un fenómeno tan raro que hasta esa fecha solo se conocían dos casos similares en Europa.

Estos descubrimientos sugieren que, aunque remotamente factible, la probabilidad de que dos individuos posean huellas dactilares idénticas no puede ser descartada por completo. La comunidad científica permanece en alerta ante las repercusiones que esto podría tener en campos que dependen de la identidad dactilar como una forma de identificación segura.