En una sesión ante un tribunal de apelaciones de Washington, **las jueces expresaron dudas** sobre la argumentación legal que busca garantizar inmunidad al expresidente Donald Trump en relación con su papel durante el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. Este martes, el escrutinio sobre la defensa del exmandatario se hizo patente.

La magistrada Florence Y. Pan planteó una pregunta que puso en relieve los límites de la inmunidad presidencial: *'¿Podría un presidente ordenar el asesinato de un rival político a un SEAL Team 6?'*, cuestionando así la postura extrema de los abogados de Trump.

John Sauer, en representación de Trump, sostuvo que tales actos deberían ser evaluados por el Senado mediante impeachment, no por el poder judicial. Frente a la controversia, afirmó que su cliente busca el archivo de la causa penal por conspiración, utilizando la solicitud de inmunidad como una barrera.

Con fuerte énfasis, Sauer añadió: *'Si un presidente tiene que mirar por encima del hombro cada vez que toma una decisión controvertida... Esto debilita su cargo’*, subrayando los riesgos percibidos por la defensa del expresidente.

La jueza Karen L. Henderson, nominada por el expresidente republicano George H. W. Bush, se mostró escéptica ante la paradoja presentada por la defensa, destacando: *'Es paradójico decir que su deber... le permite violar el derecho penal'*.

Trump sorpresivamente asistió a la audiencia, manteniéndose activo y colaborando con sus abogados. Adicionalmente, alertó sobre el posible *'caos'* que podría desencadenar la prosecución de un expresidente, enfatizando lo injusto que sería si fuese impulsado por un oponente político.

La sesión que debía durar unos 40 minutos se extendió considerablemente, mientras fuera de la corte activistas subrayaban la premisa de que *'nadie está por encima de la ley'*, mostrando su preocupación por el futuro democrático del país.

Ahora la mirada está puesta en los próximos pasos legales, ya que se especula que el caso podría ascender hasta el Tribunal Supremo. Trump busca esquivar un juicio que podría implicarle hasta 55 años de cárcel, y la decisión sobre su inmunidad podría determinar tanto la fecha del juicio como la estrategia legal a seguir para las elecciones de 2024.