La inseguridad de nuestra ciudad

Jorge E. Solís

Con la llegada del nuevo alcalde de Bucaramanga Jaime Andrés Beltrán, que tomó como una bandera de su mandato combatir la delincuencia, haciendo de esta una de las ciudades más seguras del país, tarea que en estos primeros meses ha dado resultados positivos, haciéndose necesario para ello montar estrategias que han permitido reducir este grave impacto, contando con la colaboración de la Policía, el Ejercito Nacional y la propia ciudadanía a la cual se le pide mayor participación, sobre todo en hacer las respectivas denuncias para que el delincuente capturado responda por sus actos.

Esta táctica integral de seguridad a la que llamó “Plan Candado”, cercando y direccionando las rutas de fuga utilizadas por los bandidos, está dando buenos resultados, como lo corroboran los informes entregados por capturas de delincuentes a los que se les ha incautados gran número de celulares, motos y vehículos.  Se esta llevando un control en los parques para evitar el consumo de bebidas alcohólicas y droga.  Los bares y demás negocios, tienen permiso de operar hasta las 2 de la mañana.  Se impuso el toque de queda para los niños y adolescentes que va desde las 11 p.m. hasta las 5 a.m.

Este es un paquete de medidas con operativos por tierra y aire, incluso utilizando drones, sumado a esto la llegada de nuevos policías de refuerzo, como lo hizo saber el ministro de Defensa Iván Velásquez, ha permitido incursión en zonas donde antes no entraba ni la Policía.  La implantación de estas políticas de seguridad por parte del alcalde Beltrán Martínez, le dieron el remoquete de “El Bukele colombiano”, al compararlo con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, por sus exitosas políticas de seguridad que le permitieron ser reelegido con más del 85% de los votos.

Lo irónico del caso, es que, en muchos de estos operativos exitosos con la captura de delincuentes, estos son soltados casi de manera inmediata por los jueces, al no haber sido sorprendido en flagrancia o no contar con una denuncia, convirtiéndose luego en reincidentes, haciéndose necesario modificar el sistema penal que permita castigos ejemplarizantes y efectivos. La falta de centros de reclusión, es otra falencia para combatir la delincuencia. Dada la complejidad de la inseguridad, se ha solicitado hacer un Consejo cada 2 meses.

Solo se pide no bajar la guardia ante la lucha contra la delincuencia incrementada de manera alarmante, pese a la permisibilidad de nuestro sistema penal que requiere ser modificado si queremos justicia.  Esperamos poder recuperar la seguridad de nuestra ciudad, transitando libres sin sentir el hostigamiento y asecho de los delincuentes.  Deseamos se pueda cumplirse la idea del propio alcalde de “alcanzar un modelo de gobierno que realmente ponga a la autoridad en primer lugar”.