Resumen
Carlos Edinson Torres Archila, de 21 años, murió tras un accidente de motocicleta. No se recibió asistencia en el lugar, la familia llevó a Carlos al hospital, pero murió tres semanas después. El conductor huyó y no se ha presentado ante las autoridades.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Carlos Edinson Torres Archila, de 21 años, pasó sus últimos 20 días luchando por su vida tras un accidente que cambió su destino. El joven fue atropellado por una motocicleta el domingo 14 de julio, mientras cruzaba la carrera 33 con calle 31 en Bucaramanga, cerca de la Universidad Cooperativa de Colombia y el Hospital Universitario de Santander. Aquel día, una tarde cualquiera se convirtió en una tragedia cuando el conductor de la motocicleta, lo embistió y, sin detenerse a ayudar, intentó huir de la escena. El impacto dejó a Carlos gravemente herido en el asfalto. Aunque la comunidad retuvo a al conductor del velocípedo, éste nunca socorrió al herido ni se presentó ante las autoridades.
Paula Daniela Herreño Peña, compañera permanente de Carlos le manifestó a EL FRENTE el dolor que atraviesan por la manera en la que se produjo este lamentable suceso que a día de hoy sigue en la impunidad por lo que dijo que “Cogimos un taxi, lo subimos con la mamá y el papá porque no llegaba la ayuda y lo llevamos a la clínica Comuneros donde lo atendían por la EPS”.
Debido a la falta de atención oportuna por parte de las autoridades, fueron los propios familiares de Carlos quienes lo trasladaron a un centro asistencial. Llegó a la Clínica Los Comuneros, donde permaneció en cuidados intensivos durante casi tres semanas, hasta que finalmente, el sábado en la mañana, su corazón dejó de latir.
“El muchacho se dio a la fuga, la policía llegó después, es Miguel Ángel Rodríguez el que conducía la motocicleta AKT blanca de placas QFT54G pero no se ha aparecido a la Fiscalía” relató Paula ante este medio de comunicación donde quiso expresar su rechazo ante el actuar del conductor implicado.
De Carlos, se supo que era modelo independiente, trabaja con su papá y era una promesa del fútbol santandereano pues estaba a punto de debutar en la primera C del Fútbol Profesional Colombiano pero sus sueños fueron arrollados y ahora, sus familiares y conocidos solo esperan que se haga justicia y que hechos como este no se vuelvan a presentar.
El cuerpo de Carlos fue trasladado a la morgue del Instituto Nacional de Medicina Legal, donde su familia y amigos se despidieron de él con dolor en un emotivo funeral que contó con una importante cantidad de seres queridos. La historia de Carlos es un recordatorio de cómo un instante puede cambiarlo todo y de la importancia de la responsabilidad en las vías por lo que será ahora trabajo de las autoridades investigar con rigor los móviles del caso y generar una respuesta ante el dolor de una familia que hoy llora la pérdida de Carlos Torres.
