Resumen
El periodista Ángel Alirio Moreno Mateus retoma su columna en el periódico EL FRENTE después de tres años, con la intención de narrar y analizar sucesos políticos históricos en un esfuerzo para evitar que se repitan en el futuro. Pide una disminución en la agresividad y el odio en la política.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: Ángel Alirio Moreno Mateus
Hace ya veinte años, cuando culminé mi actividad en la Asamblea Departamental, asumí por recomendación de Don Rafael Serrano Prada la disciplina de escribir una columna en Periódico EL FRENTE, espacio que me sirvió de antesala, para que el grupo político que lideraba el Sindicato de Educadores de Santander SES, me invitara a ser el analista de los programas de opinión y luego me encargara de la dirección general del Canal de Televisión Ciudadana TVC, hoy canal UTV UDES. La dirección el canal la asumió en 2014 el exgerente de la ESSA José Vicente Villamizar Duran.
Respecto de la columna, dejé de escribirla en los últimos tres años, por un asunto eminentemente personal y familiar.
Hoy regreso a estas páginas, para procurar hacer el ejercicio los domingos, pretendiendo por ejemplo recrear con las palabras muchos de los sucesos que sirvieron de antesala a lo que fue el desarrollo de todos los procesos políticos y electorales que sobrevinieron al 31 de diciembre de 2003. Sucesos sobre los que por virtud del paso del tiempo ha operado la prescripción y pueden ser narrados, con el único propósito, que no se repitan episodios de mucho costo para instituciones y personas, aunque para otras, que supieron o simplemente la suerte les convino, pudieron pasar desapercibidas, algunas hoy aún en el ostracismo, otras orondamente, señalando con el dedo a los demás, jurando que nadie los vio o no se dieron cuenta.
Tanto leí a los griegos, que sigo pensando que nos dejaron todos los trazados para saber llegar a viejos con no más enemigos que los que uno se encuentra cuando se revisa sus vías coronarias. Y precisamente evitando que el Alzheimer haga sus estragos, que mejor espacio que una columna para de aquí en adelante narrar con pelos y señales tantas cosas conocidas superficialmente, otras narradas acomodadamente por sus propios actores como instrumentos de defensa o ataque y otras totalmente desconocidas para la generalidad de las personas.
Cuanta obligación tenemos todos a la tradición oral, para que las generaciones que nos sigan no tropiecen con las mismas piedras con las que muchos tropezamos. Ojalá podamos encontrar un escenario propicio para la tertulia y entre varios, construir un tomo de enseñanza al mejor estilo de un tratado o elogio a la realidad.
Por eso le pedí a Don Rafael Serrano este espacio, era mi obligación hacerlo; siento el deber de narrar con tranquilidad y sosiego muchas cosas que considero, todos tenemos derecho a ser depositarios de la parte de la historia de la que como testigos o protagonistas conocemos y siendo un medio de comunicación de ideología conservadora, ha guardado respeto por la que yo profeso, siendo el medio que no cierra puertas a quienes tenemos el interés de aspirar a tener una sociedad más libre y más igual, que evolucionamos en el discurso de la redistribución de la riqueza, por el de la redistribución de los ingresos y la justicia tributaria.
Nota al margen: Hay que bajarle el tono a la agresividad y al odio en el
lenguaje de la política, y aplaudo la decisión del presidente Gustavo Petro de
romper la tradición armamentista del negocio de la guerra. Es mejor negocio,
la paz.