Resumen
Cartagena, ciudad turística de Colombia, afronta una ola de estafas a visitantes con precios inflados y acoso por vendedores y artistas. La problemática, visible en redes sociales, amenaza la reputación y economía de la ciudad. La Alcaldía exige transparencia comercial para combatirlo.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Turistas en Cartagena enfrentan estafas: cobran 20 dólares por un mango
La histórica ciudad de Cartagena, conocida por su encanto y belleza caribeña, enfrenta actualmente un desafío que amenaza su reputación turística: los precios inflados y las estafas a visitantes. Una ola de reclamos por parte de turistas, tanto nacionales como internacionales, ha sacudido las redes sociales, evidenciando el malestar frente a los abusivos costos que les son cobrados por servicios como paquetes turísticos, comidas al borde del mar y hasta limonadas.
El acoso constante por parte de vendedores y artistas se suma a la lista de quejas que empañan la imagen de la capital de Bolívar. Estas prácticas no solo afectan la experiencia de los viajeros sino que también ponen en riesgo el sector económico que impulsa la ciudad.
La Alcaldía de Cartagena ha anunciado medidas para combatir este fenómeno, exigiendo a los comerciantes transparencia y la publicación de precios en pesos colombianos. Sin embargo, los incidentes continúan ocurriendo en un ciclo aparentemente sin fin.
Un video que ha circulado recientemente en redes y generado gran "indignación" muestra un claro ejemplo de los intentos de estafa. Un creador de contenido local ejecutó un experimento social que ha destapado la magnitud del problema. En el metraje se aprecia al joven simulando ser un turista extranjero, quien al intentar comprar una bolsa de mangos se topa con una sorprendente cotización de 20 dólares por el producto, cuando la realidad es que su costo no supera el dólar.
Con escepticismo y humor, el joven creador de contenido cuestionó al vendedor, quien, al verse descubierto, no encontró mejor excusa que decir que "los mangos son de África". Esta situación evidencia la urgencia de implementar controles más efectivos para proteger a los turistas y asegurar que Cartagena pueda seguir siendo un destino acogedor y justo para quienes deseen disfrutar de sus atracciones.
