Resumen
Muhsin Hendricks, el primer imán en declararse gay, fue asesinado en Sudáfrica. Fundador de una mezquita inclusiva para musulmanes LGBTQ+, su legado desafía el odio y busca reconciliar la fe islámica con la identidad de género y orientación sexual.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Un hombre considerado el primer imán del mundo en declararse gay fue asesinado a tiros en Sudáfrica el sábado, según informó la policía local, en lo que grupos de defensa de los derechos humanos temen que pueda ser un crimen de odio.
La policía provincial de Eastern Cape dijo en un comunicado que investigan la muerte de Muhsin Hendricks, de 58 años, en Bethelsdorp y afirma que el motivo del asesinato no estaba claro.
El comunicado decía que alrededor de las 10 de la mañana del sábado, hora local, “Hendricks y un conductor estaban dentro de un VW TRoc dorado en Haley Place, Extension 24, Bethelsdorp, cuando una Hilux doble cabina plateada se detuvo frente a ellos y les impidió seguir su camino”.
Y añadió: “Dos sospechosos desconocidos con las caras cubiertas salieron del vehículo y comenzaron a dispararle al vehículo. Después huyeron del lugar, y el conductor se dio cuenta de que Hendricks, que estaba sentado en la parte trasera del vehículo, había recibido disparos y había muerto”.
Los tiroteos son comunes en Sudáfrica, donde las tasas de asesinatos, que ya están entre las más altas del mundo, están en su nivel más alto en 20 años.
Hendricks fue el “primer imán del mundo en declararse gay” en 1996, según una declaración del grupo de defensa de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA World) el sábado.
Hendricks fundó la Fundación Al-Ghurbaah en Ciudad del Cabo, donde se desempeñó como director ejecutivo. La organización de derechos humanos brinda apoyo a “musulmanes queer ayudándolos a reconciliar el islam con su orientación sexual e identidad de género”, según el sitio web de la Fundación Al-Ghurbaah.
El imán fue el protagonista del documental de 2022 “The Radical”, que siguió el proceso en el que Hendricks estableció una mezquita para musulmanes LGBTQ+ en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en medio de amenazas de muerte. “La necesidad de ser auténtico era mayor que el miedo a morir”, dice Hendricks en el documental.