Resumen
Un niño de 6 años murió en Bucaramanga tras ingerir fósforo blanco, presente en pirotecnia. La comunidad está consternada y las autoridades investigan para evitar futuros incidentes. Se destaca la necesidad de reforzar la concienciación sobre los peligros de la pólvora en hogares con niños.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
En un lamentable suceso registrado durante las festividades decembrinas, un menor de 6 años falleció en Barrancabermeja tras haber ingerido fósforo blanco, un compuesto altamente tóxico presente en materiales pirotécnicos. El niño fue atendido inicialmente en una institución médica, donde ingresó con un cuadro severo de intoxicación. A pesar de los esfuerzos de los galenos, su condición empeoró y, finalmente, perdió la vida. Posteriormente, el cuerpo fue trasladado a Medicina Legal para los análisis correspondientes.
Este trágico caso ha generado una profunda consternación en la comunidad de Santander, dado que hacía años no se reportaba un incidente de esta magnitud relacionado con el uso de pólvora. Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias del hecho, en un intento por determinar cómo el menor tuvo acceso a este material y prevenir futuros incidentes similares.
El fósforo blanco, un componente común en la fabricación de pólvora y fuegos artificiales, puede ser letal si se consume, ya que provoca intoxicaciones masivas que afectan el funcionamiento de órganos vitales, como el hígado y los riñones. Esta sustancia también genera complicaciones respiratorias y cardiovasculares que pueden llevar a la muerte en poco tiempo si no se recibe atención inmediata.
Este nuevo incidente subraya la urgente necesidad de reforzar las campañas de concienciación sobre los peligros del uso indebido de la pólvora, especialmente en hogares donde hay menores de edad.
Las autoridades también están haciendo un llamado a los padres y cuidadores para que redoblen la supervisión y mantengan este tipo de materiales fuera del alcance de los niños.
